Se entrega a Dios como alma víctima, muere con 6 años de edad La Parroquia de Nennolina fue la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén (Roma, Italia), donde se veneran las mayores reliquias de la pasión: porción del madero, los clavos, el letrero INRI. Allí Nennolina recibió a Jesús en el bautismo, la confirmación y la primera comunión. El la escogió para unirla íntimamente a su pasión y ella se abrió sin reservas a su amor ofreciéndose como alma víctima hasta su temprana muerte. Un cáncer óseo (osteosarcoma) en la rodilla causa la amputación de su pierna el 25 de abril de 1936, pero hizo metástasis en todo el cuerpo. Nennolina ofreció sus enormes sufrimientos unida a Jesús en el Calvario, por la conversión de los pecadores, por las almas del purgatorio y por que no estallara la guerra. Su hermana Margherita relata que cuando se cumplió el año de su operación, Nennolina celebró muy contenta porque era un año de ofrecimiento a Jesús. Comenzó a ir a la escuela con una prótesis de madera. El día de su primera comunión se arrodilló para recibir a Jesús a pesar de su gran dolor. Le dolía mucho caminar pero decía: "Que cada paso que doy sea una palabra de amor". Las cartas que Nennolina escribe a su amado niño Jesús revelan la pureza de su alma y la intensidad de su fe. Le pide: Jesús, dame la gracia de morir antes de cometer un pecado mortal Murió el 3 de julio de 1937. En la basílica de la Santa Cruz se encuentra su tumba rodeada de sus juguetes y otros recuerdos. Su casa natal está cerca de la basílica de San Juan de Letrán donde aun vive su hermana Margherita. El Papa Benedicto XVI la declara venerable en diciembre del 2007. Ver: zenit.org El papa dijo en esa ocasión: "La santidad es para todas las edades" Si llega a ser beatificada será las mas joven no mártir en la historia de la Iglesia. "Podemos decir que la existencia de Nennolina Meo puede contenerse en dos grandes palabras que marcan el inicio de la Constitución Pastoral del Consejo Vaticano II: "Gaudium et Spes - Júbilo y Esperanza". El Señor que dona la santidad a los hombres, quiso imprimir claramente, en la vida de la pequeña Nennolina, éste mensaje para nosotros, que vivimos en un siglo rico de recursos materiales pero pobre de júbilo y esperanza". + AGOSTINO SUPERBO, Arzobispo de Potenza Regreso a la página principal www.catolico.org |