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�Cu�l es la importancia de escoger un nombre en la Confirmaci�n?

Desde muy antiguo, sabemos que el nombre que la persona recibe denota su misi�n. Te recuerdas que cuando el Se�or llam� a Abran, le dijo: "Desde hoy te llamar�s Abraham ser�s el padre de muchos hijos que ser�n tantos como la arena del mar...."

Jes�s le cambia el nombre a San Pedro y le dice: "Sim�n hijo de Jon�s, yo a mi vez te digo que tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificare mi Iglesia..." Mateo 16:16. Otro ejemplo: San Pablo, se llamaba Sa�l y cuando se convirti� se llam� Saulo, que en lat�n significa: Pablo.  

Bien, en la Confirmaci�n nosotros los cristianos libremente escogemos un nombre de un santo para que este sea nuestro compa�ero en nuestro caminar en el Se�or. Por la Confirmaci�n estamos llamados a ser testigos del Se�or y a defender nuestra fe, pues este santo o santa viene a ser como nuestro Santo patr�n que nos inspira y sostiene con su intercesi�n en nuestras luchas, y nos ayuda a salir victoriosos por el poder del Esp�ritu Santo.

Tenemos el ejemplo de vida de un hermano o hermana mayor que ya nos ha precedido y goza de la gloria de Dios. Es lo que le pas� a San Ignacio de Loyola, cuando ley� la vida de San Francisco de As�s, dijo: "Si el pudo, yo tambi�n lo har�", San Francisco fue un reto para �l. 

Otra raz�n para adherir un nombre es que a veces, por circunstancias ajenas a la voluntad, se crece en pa�ses o sistemas paganos, con poco conocimiento de la fe, y el nombre que se le da a la persona cuando beb� no necesariamente es un nombre cristiano, entonces en la Confirmaci�n adquieren un nombre cristiano.

Otra raz�n puede ser que la persona haya conocido en su vida, la vida de un santo o santa que verdaderamente le ha tocado el coraz�n y en agradecimiento desean llevar su nombre.

 Aunque no es indispensable adquirir un nombre en la Confirmaci�n, creo que es una costumbre muy hermosa en la Iglesia, ya que empezamos o nos concientizamos de una misi�n, la misi�n de ser testigos fieles del Se�or y de Su iglesia, nos pasa entonces como Abran (Abraham), Sim�n (Pedro) y Sa�l (Saulo) quienes al aceptar su misi�n tambi�n cambian sus nombres denotando una nueva vida por y para el Se�or.

Hna. Ana M Lanzas

 


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