Explicación Nosotros os consagramos, oh divino Jesús, todas las pruebas, todas las alegrías, todos los acontecimientos de nuestra vida de familia, y os suplicamos que derraméis vuestras bendiciones sobre todos nuestros miembros ausentes, presentes, vivos y difuntos. Los confiamos para siempre a vuestro divino Corazón. Os rogamos también por todas las familias del universo: proteged la cuna de los niños, la escuela de los adolescentes y la vocación de los jóvenes; sed la fuerza de los débiles, el sostén de los ancianos, el esposo de las viudas y el padre de los huérfanos; velad con vuestro amor infinito la cabecera de los enfermos y de los agonizantes. Pero sobre todo, oh Jesús, océano de misericordia y de amor, os suplicamos que nos socorráis en el momento de la muerte; unidos entonces más estrechamente que nunca a vuestro divino Corazón, sea El nuestro asilo, nuestro refugio, nuestro lecho de reposo, y después de dormirnos para siempre en vuestro seno bendito, oh Jesús, encontremos en el Paraíso y en vuestro Sagrado Corazón, toda nuestra familia. Así sea.
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