Catedral de México


El Cristo del Veneno
El obispo tenía costumbre de besar los pies de Cristo en el crucifijo. Según la tradición, sus enemigos untaron veneno en los pies del Cristo pero cuando el obispo se acercaba para besarlo, el Cristo se movió como evadiendo el beso y así salvar al obispo. El cuerpo en el crucifijo quedó así.