Lourdes era una pequeña y humilde aldea apenas conocida en la misma Francia. Hacia el oeste de la población se levanta una colina rocosa conocida con el nombre de Massabielle, que significa "Rocas Viejas". En este muro de rocas negruzcas abrió la naturaleza una gruta. La gruta era un lugar completamente solitario y el suelo era árido y seco. Sin embargo un rosal silvestre era su adorno ya en aquellos tiempos antes de la aparición. Este lugar tan insignificante para los hombres sería destinado por Dios para manifestar su amor y misericordia derramando sus gracias y abundantes bendiciones por medio de su amorosísima madre: María Santísima. |
"Yo Soy La maternal presencia de la Virgen se confirma aquí con grandes manifestaciones divinas: Conversiones, curaciones milagrosas científicamente comprobadas y la presencia de millones de peregrinos. Todos los peregrinos sentimos la acogida que nos dio la Virgen. Los días en Lourdes estuvieron llenos de una gran paz interior que nos ayudó a la oración y a desear ser mejores católicos.
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Laudetur Jesus Christus.
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