De nuestro correo:
¿Como podemos escribir al obispo? El debe saber que nuestro párroco no lleva bien la parroquia y muchos se van de la Iglesia.
RESPUESTA:
Quede claro que no es mi lugar comentar sobre vuestro párroco o vuestra parroquia. Me limito a dar algunos consejos generales sobre su pregunta de cómo comunicarse correctamente con un obispo, cosa que todo los laicos tienen derecho y a veces la obligación de hacer.
¿Han ustedes primero intentado hablar con vuestro párroco exponiendo con caridad y claridad vuestras preocupaciones? Este paso debe ser el primero, aunque tengan miedo. Si no tienen el valor, tampoco deben escribir al obispo.
Si el párroco no les hace caso y ustedes piensan que el asunto es tan serio que, por el bien de la iglesia, deben informar al obispo, envíenle una carta confidencial o pidan una cita como hijos preocupados por su iglesia. Las cartas que solo buscan "desahogarse" no hacen ningún bien.
No publiquen una “carta abierta” y no busquen firmas ya que esas tácticas son actos de presión y desconfianza. Con eso solo se logra escandalizar y crear un espíritu de confrontación.
Escriban con humildad, respeto, caridad y sobriedad. No escriban lo que no están dispuestos a respaldar mas tarde. Traten de evitar en la carta repeticiones que la alarguen demasiado. Vayan a los hechos con precisión y honestidad, sin exagerar y sin añadir juicios. El obispo solo necesita saber los hechos y no lo que ustedes interpretan sobre ellos. El tiene mayor competencia para saber discernir el valor moral sobre lo que ustedes presenten.
Si hay algún abuso litúrgico o algún desorden público, se puede grabar o filmar. Es la mejor evidencia. No graben o filmen, sin embargo, lo que es privado sino solo lo que es público, es decir lo que ocurre en un lugar abierto a todos.
Quien quiere servir a la Iglesia ha de estar dispuesto a sufrir y ser mal entendido sin amargarse ni dejar de amar y respetar a los que están en autoridad. Ese, queridos hermanos, es un gran reto que requiere santidad.
En los corazones de Jesús y María, Padre Jordi Rivero.
