Vida eterna
Editado por Padre Jordi Rivero

"La vida eterna consiste en la completa satisfacción de nuestro deseo.  Allí a los bienaventurados se les dará mas de lo que querían o esperaban. La razón es que en esta vida nadie puede satisfacer sus deseos. Ni creatura alguna puede puede satisfacer el deseo del hombre. Solo Dios satisface. El infinitamente excede todos los otros placeres. Por eso dice el Señor: "Etrad en el gozo del Señor".   -Santo Tomás de Aquino

"La eternidad no es un continuo sucederse de días del calendario, sino algo así como el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad del ser, de la verdad, del amor" Benedicto XI, 1-X-2010

TIEMPO Y ETERNIDAD

Existen dos dimensiones distintas: "Tiempo" y "Eternidad". Son dos marcos de referencia que están conectados entre sí.

Los que están en el cielo están en la eternidad. Sin embargo ellos están en comunión con nosotros que vivimos en el marco del tiempo. Unidos a Cristo, ellos interceden. Jesús y Su Madre Santísima se aparecen en la tierra.  

Dios no está limitado por el tiempo. No hay para el pasado ni futuro. Nosotros no podemos llegar a entender completamente. Pero podemos imaginar una novela. El autor la conoce toda, pero para quien la lee por primera vez y comienza desde el principio, la novela se va desarrollando.

Este concepto llevó a algunos Protestantes a creer en la predestinación: Todo está ya pre determinado por Dios y nada puede cambiar. Según ellos no hay libre albedrío. Seríamos como marionetas en un teatro divino. Dios mueve todos los hilos. El es como el autor de la novela y los caracteres son invento suyo sin posibilidad de existencia propia. 

Los católicos creemos que Dios prepara las cosas de antemano. Por ejemplo: María Santísima fue escogida por Dios quien la preservó del pecado original (Inmaculada Concepción). Pero también creemos que Dios nos ha dado libertad. Podemos aceptar o rechazar sus designios. Dios espera nuestro FIAT como esperó el de María. Es cierto que Dios sabe cuales serán nuestras decisiones. El sabe ya quien le responderá y quien no. Quien se salvará y quien no. Dios actúa con este conocimiento que tiene desde siempre. Pero la decisión de cada persona sigue siendo auténticamente y libremente de la persona. Es como dos dimensiones actuando en sobre la realidad.

¿Sirve de algo tratar de evangelizar, tratar de corregir a quien anda apartado de Dios?  Si, es una gran ayuda porque Dios quiso contar con nosotros como colaboradores en la misión de salvación. Es por eso que Jesús nos manda a ser testigos y evangelizar. Vemos el ejemplo de Pablo que nos dice que somos embajadores de Cristo. Dios exige de cada uno según lo que recibió. A quién no se evangelizó no le exigirá tanto. Pero los que pudieron evangelizarle y no lo hicieron serán culpables de esa negligencia.

Ya todo ha sido revelado en Jesucristo, pero queda mucho por hacer. Hay que llevar esa revelación a cada hombre. Es por eso que la Virgen se aparece y nos exhorta a volver a Cristo. Ella no dice nada nuevo, pero es una gran evangelizadora. Esta es una misión de suma importancia. Pues, ¿de que vale que Jesús haya revelado todo a los apóstoles si no llega a la persona?

Es por eso que todas las enseñanzas espirituales y todos los mensajes de apariciones se deben discernir a la luz de la fe revelada por Cristo según la enseña la Santa Madre Iglesia. Es por eso vital estudiar la Biblia y el Catecismo. Solo así podremos entender los signos de los tiempos y no caer en engaños los cuales abundan. Quien se mantenga humilde y fiel a la Iglesia, aprendiendo de ella y obedeciéndole, no será confundido.
 

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