"Es el dolor del alma y la detestaci�n del pecado cometido junto con el prop�sito de no pecar en adelante, de tal modo, que el hombre querr�a con toda su alma no haber pecado: es un acto libre y voluntario" (Dezinger, �ndice sistem�tico, XI, E, a, 2-a).   Para la absoluci�n de los pecados, el motivo de la contrici�n debe ser sobrenatural. La contrici�n debe manifestarse al confesor y debe dar la esperanza fundada de una enmienda; es especial debe hacerse el prop�sito de huir de una libre ocasi�n pr�xima al pecado (Cf. Ibid)

La contrici�n perfecta procede de la caridad: Duele haber ofendido a Dios por ser quien es y porque se le debe amar sobre todas las cosas. Pero la contrici�n es ineficaz si no va unida a la intenci�n de recurrir al sacramento.  (Cf. Ibid)

La contrici�n imperfecta se llama Atrici�n. Esta surge de la consideraci�n de la fealdad del pecado, y del miedo a las penas del infierno. La atrici�n no incluye necesariamente el amor a Dios, es sin embargo, un movimiento bueno y util que dispone a la gracia. (Cf. Ibid)

Ver Contrici�n en el Catecismo IC