¿Amor o Miedo?

Recibimos la siguiente pregunta:

Padre Rivero:

Tengo dudas sobre las apariciones marianas. Mi inquietud surge porque yo prefiero seguir a Dios por amor que no por temor y éstos mensajes difundidos en el seno mismo de la iglesia y por gente de buena fe, me parecen una regresión hacia la cultura del miedo y la culpa, donde el amor a Dios nace de una fuente fuera del corazón haciendo una ola de adeptos de "emergencia" que desean ser salvados a través de las formas y no de la esencia misma de Dios. Quisiera salir de ésta contradicción y que UD. me oriente para entender en su correcto sentido lo que es verdad. Gracias.

Respuesta:

Es cierto que el amor es la motivación más alta para ir a Dios. Pero, siendo como somos de débiles, es muy sano también tener miedo de ofenderle, incluso es bueno temer el infierno.

El mismo Jesús nos advierte sobre el peligro del infierno. Un ejemplo:

Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.   Mateo 5, 22

El Hijo pródigo no comenzó su retorno a la casa del padre hasta que se encontraba en una situación miserable. Parece que no fue tanto el amor sino la necesidad lo que le motivó a ponerse en marcha.  Después fue recapacitando.

Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Lucas 15,17

Piense usted en sus propios pecados del pasado. Los cometió por falta de amor. ¿No hubiese sido mejor haberlos evitado al menos por temor del infierno?. Es un comenzar. Después, por la gracia, puede llegar a hacerlo todo por amor. 

Un ejemplo de la vida diaria: Deberíamos conducir a una velocidad prudente por amor y respeto a la vida humana que de otro modo se pone en peligro. Pero como somos débiles y a veces no pensamos en esa realidad, también ayuda que hayan policías que nos pongan una multa cuando nos excedemos. Ese miedo a la multa ayuda aún a personas buenas. Manejar bien por puro amor o por miedo a la multa representan dos niveles distintos de motivación que a veces se pueden dar en diferentes momentos en la misma persona.

En cuanto a los mensajes de la Virgen. Siempre están condicionados a nuestra libre respuesta. Ella nos advierte sobre la verdad y sobre el peligro de pecar. Así lo hace porque es madre buena. Pero si nos convertimos podemos evitar el castigo.  Si el castigo viene por razón de la dureza de corazón de muchos, si hemos sido fieles, sufriremos pero nos salvaremos.

No creo que sea justo decir que los conversos por las apariciones sean superficiales o que lo hagan todo por miedo. En el tiempo de Jesús, muchos le seguían superficialmente, otros eran sinceros.  Igual ocurre ahora.

La Virgen nos dice lo mismo que Jesús. Ella recuerda que el camino es estrecho y difícil; que el pecado conduce al infierno; que Dios quiere de nosotros obediencia a sus mandatos.  Ese mensaje no es popular pero veraz y necesario.  

En mi experiencia como sacerdote, se de muchas conversiones, que si bien fueron impresionadas por los avisos de la Virgen, después abrieron su corazón a la gracia de un verdadero amor a Dios y son hoy día muy buenos católicos.

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