VERDADES DE LA FE CATOLICA II

GUIDO ADOLFO ROJAS ZAMORANO
Licenciado en Ciencias Religiosas, Pontificia Universidad Javeriana de Bogota.


JUSTIFICACION: En este libro el autor explica de una manera clara, ágil y sencilla diferentes temas relacionados con la religión (1 Corintios 3,2); cada uno de ellos ha sido fundamentado al máximo en las dos fuentes de la Revelación Divina: la Santa Biblia y la Sagrada tradición (2 Tesalonicenses 2,15); Incluyendo los testimonios de los Santos Padres de la Iglesia (1 Timoteo 3,15). La obra constituye un valioso y eficaz material para los sacerdotes, religiosos(as), seminaristas, agentes de pastoral, catequistas; y para todos aquellos que quieren conocer más a fondo verdades importantes de la fe católica (1 Pedro 3,15).


VERDADES DE LA FE CATOLICA II

CAPITULO I:

LA RELIGION EN EL HOMBRE
EL MUNDO DE LA BIBLIA
EL JARDIN DEL EDEN
EL ARCA DE NOE
IDOLOS E IMAGENES SAGRADAS
EL ARCA DE LA ALIANZA

CAPITULO II:

MARIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
APUNTES SOBRE LA MADRE DE JESUS
LA VIRGINIDAD DE MARIA A LA LUZ DE LA BIBLIA
EL TRASLADO DE LA SAGRADA CASA DE NAZARET
LAS APARICIONES DE LA VIRGEN MARIA
LA VIRGEN DE GUADALUPE

CAPITULO III:

LOS ANGELES: MENSAJEROS DE DIOS
EL DIABLO Y LOS DEMONIOS

CAPITULO IV:

LOS SANTOS Y LAS RELIQUIAS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
LOS SANTOS EN LA IGLESIA CATOLICA
SANTIAGO DE COMPOSTELA

CAPITULO V:

DIEZ VERDADES CONTRA LOS TESTIGOS DE JEHOVA
LA NUEVA ERA: RELIGION NEO PAGANA DEL SIGLO XXI
LA REENCARNACION: VERDAD O MITO.




LA RELIGION EN EL HOMBRE


I. CONTEXTO GENERAL


La palabra religión proviene del latín “religare” y quiere decir ‘unir” o “atar” al hombre, como criatura creada; con Dios, como Ser creador y supremo. En las primeras civilizaciones, culturas y pueblos los elementos de la naturaleza como el sol, la luna, las montañas, lagunas y ciertos animales eran considerados como sagrados. Igualmente, se conservan restos de altares, monumentos y datos sobre honras fúnebres en homenaje a sus muertos.


II. RELIGIONES MONOTEISTAS Y POLITEISTAS


El primer grupo es la religión revelada que cree en un solo y verdadero Dios representado en el Judaísmo (4.000 años atrás) en Irak; el Cristianismo (siglo primero de nuestra era) en Israel; y el Islam (siglo VI D.C.) en Arabia Saudita. El segundo grupo, son las religiones naturales que creen en varios dioses mitológicos y legendarios corno el Animismo (20.000 años atrás) de los pueblos ancestrales de Africa, Asia, Oceanía, Australia y las regiones selváticas; el Hinduismo (3.500 años atrás) en la India; el Zoroastrismo (3.000 A.C) de la antigua Persia (Hoy Irán); el Budismo (siglo II A.C.) en el Nepal y el Sintoísmo (siglo VI D.C.) del Japón.


III. COSAS EN COMUN


Para que se cumpla una religión en un plano general, son necesarias tres instancias:

1. La existencia de un Dios o dioses a quien adorar
2. La realización de un sacrificio en su honor como lo sangre de animales, frutas, oro e incluso en la antigüedad víctimas humanas como doncellas vírgenes y niños.
3. En toda sociedad, grupo, clan o tribu siempre ha habido una persona encargada de realizar oraciones y ofrendas en representación de los creyentes, que bien pueden llamarse: rabino para los judíos, sacerdote para los católicos, pastor o reverendo para los protestantes, imán para los islámicos, brahmán o gurú para los hindúes, bonzo para los budistas, o brujo, hechicero, curandero, chaman o zipa para los animistas.

Cada religión llama a sus deidades con nombres propios como en el caso de la trinidad hindú, que son: Brahma (dios creador), Visnú (dios del amor) y Shiva (diosa de la guerra); Mazda (dios del bien) y Arimán (dios del mal) en el Zoroastrismo; o Buda (el iluminado) para el budismo. Ya en cuanto a las monoteístas los judíos en la antigua alianza le daban el nombre de Yahvé (El que es) (Éxodo 3, 14); los cristianos en la nueva alianza le dicen Abba (Padre Nuestro) (Mateo 6,9); y los islámicos lo invocan con el nombre de Alá (el Misericordioso). Del mismo modo, todas tienen un fundador, enviado o profeta como Krisna en el hinduismo; Zaratustra en el Zoroastrismo; el príncipe Shidarta para el budismo; el emperador del Japón (llamado como el hijo del sol), en el Sintoísmo; Abraham y Moisés en el judaísmo; Jesucristo para el cristianismo; y Mahoma en el Islam. También tienen un libro sagrado como los textos Vedas (conocimiento) en el hinduismo; el Avesta, del zoroastrismo; el Mantra (herramienta para la meditación) en el budismo; la Torá (ley mosaica) y el Talmud (ley escrita) para los judíos; la Biblia (palabra de Dios) para los cristianos; y el Corán (versos sagrados) en el Islam. Además de sus propios calendarios, mandamientos, lugares de culto, santuarios, ritos, normas y fiestas religiosas.


IV. DATOS ESTADISTICOS


De los 6.500 millones de habitantes que tiene aproximadamente la Tierra, 1.300 millones se declaran ateos, agnósticos o sin religión; 1.200 millones son islámicos; 1.115 millones son católicos, otros 1.000 millones de diferentes denominaciones cristianas, incluyendo a 350 millones de ortodoxos, 80 millones de anglicanos y 67 millones de evangélicos luteranos; 811 millones de Hinduistas; 300 millones de budistas; 100 millones de animistas; 100 millones de sintoístas; 20 millones de judíos entre otros.

V. LA RELIGION VERDADERA


La única religión plenamente aceptado por el Altísimo es el cristianismo que abarca el “nuevo pueblo de Dios” (1 Pedro 2,9 - 10); por la muerte de Cristo en la cruz (1 Corintios 1,18). Históricamente se inicia veintiún siglos atrás, cuando el Hijo de Dios funda la Iglesia Católico (Universal), en la persona del apóstol Pedro (roca) (Mateo 16, 16-18; Lucas 22,32; Juan 21, 15-17); tradición que se ha mantenido hasta nuestros días con el Papa Benedicto XVI.

VI. CISMA Y DIVISIONES

Hay que anotar que el cristianismo que tiene a Jesús como cabeza (Colosenses 1,18); su cuerpo conformado por los hombres, ha sido fracturado con el transcurso de los siglos (1 Corintios 11, 19). Es así como en el siglo VI a raíz de la declaración del concilio de Calcedonia, varias iglesias cristianas de oriente como la Sirio-Jacobita, la Armenia, la copta y los abisinios se alejaron de la Iglesia Romana. Posteriormente, se separó la Iglesia Ortodoxa (considerada como hermana de la Católica), en Constantinopla (Turquía) en el siglo XI, por cuestiones tanto políticas como teológicas. Más tarde, en el siglo XVI en Europa con la reforma protestante, Martín Lutero en Alemania formó la Iglesia Evangélica, Juan Calvino en Suiza a los calvinistas o presbiterianos, y el rey Enrique VIII la Iglesia Anglicana de Inglaterra y la Episcopal en Estados Unidos. De estas tres iglesias se han multiplicado las diversas congregaciones como los metodistas, bautistas, mormones, adventistas, testigos de Jehová, asamblea de Dios, pentecostales y demás. En total se estima que existen unas treinta mil confesiones cristianas cada una interpretando la Biblia de una manera distinta; cumpliéndose así las palabras de san Agustín: “La división de los cristianos es el triunfo de Satanás”. Mientras que la católica acepta a un solo Señor (Jesucristo), una sola fe (en la oración del Credo), y un solo bautismo (Efesios 4.5), siendo la misma doctrina “que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3).

VII. LA SALVACION UNIVERSAL

La Iglesia Católica como madre y maestra enseña que todas las criaturas humanas incluyendo a los no cristianos y ateos de buen corazón, están llamadas al plan divino por caminos que el Padre Eterno conoce; pues “Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados, y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo” (1 Juan 2,2).


EL MUNDO DE LA BIBLIA

I. APUNTES VARIOS


La Biblia es una colección de escritos inspirados por Dios

La palabra Biblia debe su origen a la ciudad fenicia de Biblos, famoso centro de comercio de papiros

Los judíos la llamaban “Séfer” (libros), o Miqná (lectura)

Biblia es un plural que significa “los libros”, la expresión griega “Ta Abla” quiere decir “libros santos”

En el siglo primero de nuestra era, el papa San Clemente Romano, fue la primera persona en llamarla “Ta Biblia”, es decir, “La Santa Biblia” o “Sagradas Escrituras”

Se divide en dos partes:

Antiguo Testamento: Habla de la alianza entre Dios con el pueblo hebreo
Nuevo Testamento: La alianza de Jesús con el nuevo pueblo de Dios (judíos y gentiles)

La palabra “Testamento” quiere decir “acuerdo”, “pacto” o “alianza”

La palabra “Evangelio” traduce “la Buena Nueva”

Los términos bíblicos “Aleluya” significa “Bendito sea Yahvé”, “Hosanna”, “Bienvenido sea”, “Shalom” “Saludo de paz” y “Amen”, “Así Sea”

La palabra “Salmo” traduce “Himno para recitar con música”

El nombre más conocido en la Biblia de Dios Padre es YHVH, que quiere decir “Yo soy el que soy”

Las Santas Escrituras utilizan varias expresiones para dirigirse al Padre Eterno, una de las más hermosas es “Dios es amor” (1 Juan 4,8)

El centro de toda la Biblia es Jesús, el Hijo de Dios

Las Biblias católicas, ortodoxas y anglicanas tienen un total de 73 libros; 46 en el A.T. y 27 en el N.T.

Las Biblias protestantes sólo aceptan 66 libros, suprimiendo siete del A.T. que son llamados como “deutero canónicos” (es decir, de la segunda lista); que son: Tobías, Judith, Sabiduría de Salomón, Sirac o Eclesiástico, Baruc, I y II de Macabeos; y algunas adiciones en griego de Ester y Daniel

Existen dos cánones (o listas) de los Libros Sagrados del Antiguo Testamento:

El canon de Alejandría (o de los setenta): que fue escrito en griego, es el aceptado por la Iglesia Católica, Ortodoxa y Anglicana
El canon de Jerusalén: que fue escrito en hebreo, es reconocido por el Judaísmo y las Iglesias Protestantes

Fue redactada por más de 40 hombres entre sabios, historiadores, príncipes, pastores, profetas, apóstoles y discípulos; la gran mayoría fueron hebreos y algunos son desconocidos

Los masoretas (término que significa “los maestros de la tradición”) fueron copistas del Antiguo Testamento, que vivieron entre los siglos VI y X A.C. Sus copias manuscritas se denominan textos masoréticos

Se le da el nombre de Hagiógrafos, a los que escribieron la Biblia bajo la inspiración del Espíritu Santo; entre ellos había pastores, militares, pescadores, funcionarios, médicos, sacerdotes y reyes

Los lugares donde se redactó fueron: Palestina, Babilonia, Egipto, Roma, Corinto entre otras regiones


En su elaboración se utilizaron cinco materiales:

Pergaminos de cuero de res que se enrollaban en cilindros de madera o cobre
Papiros sacados de una planta de Egipto
Las tablas de la ley de Dios escritas en piedra
Tablas de arcilla
Láminas de bronce

Se emplearon tres idiomas:
A.T. en hebreo y arameo (lengua que hablaba Jesús)
N.T. en griego

Fue escrita en un período de 3.500 años; se empezó en tiempos de Moisés, y se terminó poco antes de morir el último apóstol, San Juan (+102 D.C.)

Aproximadamente en el año 600 A.C.; el profeta Esdras inicia la recopilación de los escritos del Antiguo Testamento

Los judíos clasificaban las Escrituras (ha Ta Nak) en tres grupos: la ley (Torá), los profetas (Nebiím) y otros escritos (Ketubím)

Tiene ocho géneros literarios:

Narraciones o relatos
Historias de héroes, eventos importantes o epopeyas
Leyes sagradas
Sapienciales o de sabiduría
Poemas, cantos o himnos religiosos
Profecías que contienen los “oráculos del Señor”
Revelaciones como el libro de Daniel y el Apocalipsis de San Juan

La Exégesis y la Hermenéutica, son las dos ciencias que utiliza la Iglesia Católica para darle la correcta interpretación de los textos sagrados.

El llamado Documento “Q” (fuente en alemán), compuesto de los dichos y enseñanzas de Jesús, debió ser redactado entre los años 40 y 50 DC. Al parecer, tanto Mateo como Lucas habrían utilizado una forma primitiva del evangelio de Marcos (fuente a la que se denomina Urmarkus), y el resto de su material lo habrían obtenido del Documento Q. No obstante, la existencia histórica de este documento no ha sido del todo probada, ya que no queda ninguna copia del mismo. Además, no contenía las narraciones de milagros ni el relato de la pasión y resurrección del Señor

El primer escrito del Nuevo Testamento fue la primera carta a los tesalonicenses, que se elaboró por el año 50 o 51 D.C.

El pasaje más largo de Las Escrituras lo encontramos en Ester 8,9; tiene 57 palabras. El más corto es Juan 11,35, consta de tres palabras: “y Jesús lloró”

De los cuatro evangelios el de San Lucas es el más fácil; San Mateo, el más pedagógico; San Marcos, el más corto y San Juan el más espiritual. Asimismo, en Marcos, prevalece el elemento humano y los milagros; en Lucas, la misericordia y su amor por los pecadores; en Mateo, el maestro de la ley judía; y en Juan, la divinidad de Jesucristo

El primer evangelio en redactarse al parecer fue el de Marcos, hacia el año 45, Lucas y Mateo lo escribieron en el 85; y el último en de Juan por el año 96 D.C.

El sermón más famoso de la Biblia es el que pronunció Jesús, llamado el “sermón del monte”; y se encuentra en los capítulos 5º al 7º de San Mateo

El país de la Biblia, es identificado de diferentes nombres:

Tierra de Canaam (o tierra prometida)
Palestina (o tierra de los Filisteos)
Israel (o tierra de los hijos de Jacob)

La ciudad más importante de la Biblia es Jerusalén, la capital de Israel; considerada como la “Ciudad de Dios”, “Ciudad Santa”, “Ciudad de la paz” o “Ciudad de David”

El río más importante de la Biblia es el Jordán, donde Juan el Bautista bautizó a Jesús

El lago más importante de la Biblia es Genesaret o “lago de Galilea”; aquí fue donde el Señor realizó grandes milagros y predicó a sus discípulos

Las montañas de mayor importancia en las Escrituras son:

El Monte Sinaí, donde Moisés recibió las tablas de la ley de Dios
El monte Nebó, enfrente de Jericó, aquí Moisés contempló la Tierra Prometida antes de morir, y ser sepultado por El Señor
El monte Hermón, marca el límite de la conquista israelita en el Canaán, se le menciona repetidas veces en la poesía hebrea
El Monte Carmelo, donde el profeta Elías realizó la prueba de fuego ante los adoradores de Baal
El Monte Sión, allí se encontraba el palacio que edificó el rey David
El Monte Moria, lugar donde el rey Salomón construyó el templo de Jerusalén
El Monte Tabor, donde al parecer se presentó la transfiguración de Cristo
El Monte de los Olivos o del Getsemaní, aquí el Mesías oró y sudó gotas de sangre; es el lugar desde donde regresó al cielo

El Apocalipsis es como un gran resumen de la Biblia, allí se encuentra temas de los profetas, de los sabios, de los evangelios y de las cartas de los apóstoles

El Apocalipsis termina con la más bella oración: “Ven Señor Jesús”.


II. CURIOSIDADES EN GENERAL

En el libro del Génesis no se menciona que la fruta probada por Eva y Adán fuera una manzana, es más seguro que comieran un hijo, una nuez, una algarroba o una naranja. El error viene de un editor que tradujo mal el término malus-malum (mal fruto) por manzana

En Irak se encuentra la región de Qurna, 500 kilómetros al sur de Bagdad; aquí según la tradición musulmana está el famoso árbol de Manzanas del Jardín del Edén. Este fértil terreno es la confluencia de los ríos Tigris y Eufrates, de la antigua Mesopotamia. En épocas lejanas allí no había más que agua, pero luego surgió la tierra y apareció el primer hombre, Adán (Hombre de barro rojo), y Eva (Madre de los vivientes)

La serpiente sirve de muchos símbolos en la Biblia. Es representada como el Demonio mismo desde el Génesis (3,1) hasta el Apocalipsis (12,9); pero también es instrumento del milagro de Moisés ante el Faraón (Éxodo 7,9); es símbolo de la victoria de Yahvé sobre las serpientes venenosas en el desierto del Sinaí (Números 21,8); es señal de la paz consumada, cuando ya sólo comerá polvo, según el profeta Isaías (65,25). Cristo Jesús nos dice que hemos de ser mansos como palomas y “astutos como serpientes” (Mateo 10,16). Aunque también trata de serpientes y víboras a los escribas y fariseos (Mateo 23,33). Por último, los discípulos del Señor no serán dañados por las “serpientes venenosas” (Marcos 16,18).

Muchos personajes bíblicos cumplieron misiones importantes a una avanzada edad, así por ejemplo:

- Noé rondaba los 600 años de edad cuando por orden del Señor construyó el arca.
- Abrahán era un hombre de unos 75 años cuando Dios le manda emigrar a la tierra del Canaán.
- Jacob tenía 97 años cuando luchó con un ángel toda una noche para conseguir una bendición. Antes de morir, a la edad de 147 años, reunió las fuerzas necesarias para bendecir a sus doce hijos uno por uno.
- José, hijo de Jacob tenía 110 años cuando dio el mandato a los israelitas que con su muerte se llevaran con ellos sus huesos. Ese pedido fue para el pueblo de Dios un motivo de esperanza durante los largos años de dura esclavitud que sufrieron tras su muerte, pues les garantizaba que un día vendría su liberación.
- Moisés tenía 80 años cuando Yahvé le encomendó la misión de liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto.
- La Biblia no dice qué edad tenía Samuel cuando murió, pero los sucesos que se relatan en el libro de Primero de Samuel abarca unos ciento dos años, y dicho profeta fue testigo de la mayor parte de ellos.
- Hacía el final de su vida longeva el rey David compuso la canción que hoy conocemos como el Salmo 37.
- El profeta Daniel contaba con más de 90 años, cuando aún tenía la costumbre de escudriñar los Textos Sagrados.

- La profetiza Ana tenía 84 años cuando servía en el templo de Jerusalén día y noche. Su devoción se vio recompensada al poder conocer al pequeño Jesús, cuando fue presentado por sus padres, según ordenaba la ley mosaica.
- El apóstol Juan quizás ya con 90 o 100 años de edad, escribió el Evangelio y las tres Epístolas que llevan su nombre.

En las Sagradas Escrituras encontramos seis pactos:

- ADAN Y EVA: La descendencia humana y el cuidado del jardín del Edén
- NOE: No volverá haber otro diluvio universal
- ABRAHAM: El padre del pueblo hebreo y de todos los creyentes
- MOISES: La ley para el pueblo escogido
- DAVID: El linaje mesiánico
- JESUS: El nuevo pueblo de Dios

En el libro del Génesis se narra la existencia de una raza de gigantes pre-diluvianos llamados los “nefilim”, “los poderosos que eran en la antigüedad, los hombres de fama” (6,4). Del mismo modo, muchas mitologías ancestrales contienen historias de gigantes, y de una catastrófica inundación. Por ejemplo, en la cultura azteca habla de un mundo pasado habitado por gigantes y de un gran diluvio. Las sagas escandinavas cuentan la historia de una raza de gigantes y de un sabio llamado Bergelmir, que logró sobrevivir con su mujer en un gran bote que había construido.

El relato del diluvio universal era no solamente conocido por los judíos, sino también por otros pueblos antiguos como los chinos, japoneses, egipcios, sumerios, hindúes, los pigmeos africanos, los indígenas del Orinoco venezolano, los de Norteamérica y los incas

Según el Génesis a partir de los tres hijos de Noé con sus esposas se volvió a poblar la tierra:

Sem: Se instaló en Asia, y dio origen a la raza amarilla con las tribus de los asirios, caldeos, hebreos, sirios y algunos clanes árabes
Cam: Se fue a África, y dio origen a la raza negra con los etíopes, egipcios, cananeos y algunos clanes africanos y árabes
Jafet: Se trasladó a Europa, y dio origen a la raza blanca con los indoerupeos

En la mezquita llamada la “Cúpula de la Roca” o “mezquita de Omar” en Jerusalén, se observa en su interior una gran piedra en el suelo donde se asegura que Dios creó a Adán, y donde el patriarca Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac

En la cueva de Macpelá, cerca de la ciudad de Hebrón (Cisjordania), hay una mezquita donde está la tumba de los patriarcas Abraham, Isaac, Jacob en compañía de sus esposas Sara, Rebeca y Lea

En la región de Samaria se halla la tumba de José, que es venerada por las tres religiones monoteístas. En el lugar se encontraron importantes reliquias egipcias que datan de esta época bíblica

En la ciudad de Belén, se localiza el sepulcro de Raquel; la otra esposa de Jacob y madre del pueblo hebreo

El mar muerto es el escenario de lo que fue la destrucción bíblica de las corrompidas ciudades de Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor. Es el lugar más caliente de la tierra y completamente estéril; los peces que bajan del río jordán mueren por el alto contenido de sal en sus aguas y porque no existe ningún tipo de planta acuática, tampoco vuelan las aves sobre sus cielos; las arenas de sus alrededores se utiliza en la elaboración de cosméticos y mascarillas para la piel; además la gente que se baña en sus aguas flota y no se hunden.

Un equipo de arqueólogos descubrió en 1996 las ruinas de las ciudades de Sodoma y Gomorra al este del Mar Muerto, en El Lisan (Jordania). Se hallaron restos de edificios destruidos mil novecientos años antes de Cristo, y objetos de cerámica y de pedernal, paredes y tumbas. Los expertos han concluido de que las ciudades bíblicas fueron desoladas por una catástrofe natural, posiblemente por una tormenta de meteoritos ocasionada por el cometa Little Bull, que coincide con la desaparición de 40 ciudades ubicadas en Egipto, Mesopotamia y el valle del Indo entre el 2200 al 2000 A.C. Las tormentas procedentes del espacio pueden durar más de 200 años y las bolas de fuego que caen del firmamento pueden explosionar contra la tierra con la fuerza de varias bombas atómicas

Próximo al monte Sdom hay un montículo de sólida sal de roca con una vaga silueta humana denominada “la mujer de Lot”

Dentro del monasterio ortodoxo griego de Santa Catalina a los pies del monte de Moisés, se conserva el arbusto de la famosa “Zarza Ardiente”; desde donde Yahvé le ordena al caudillo judío sacar a su pueblo de la esclavitud en Egipto

En el fondo del lecho acuático del Mar Rojo o Mar de los Juncos, lo cual corresponde a las marismas del Lago Timsah que actualmente forma la parte del canal del Suez, al norte de los lagos Amargos, a una profundidad de 100 metros se han hallado restos de ruedas de carros egipcios, armaduras y esqueletos que corresponde a los ejércitos de la antigua Egipto faraónica

El maná no cayó del cielo, sino que es una resina dulce que se encuentra en los arbustos del Sinaí

En el libro del Éxodo se narra que El Señor entregó a Moisés las dos tablas de la ley escritas con su propio dedo

Los mandamientos de la ley de Dios eran doce, como los de los hebreos. La Iglesia Católica los resumió a diez según el criterio de San Agustín, para que la gente los memorizara más fácil, al igual que los dedos de las manos

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí la tez de su rostro emitía rayos de luz a causa de haber hablado con Yahvé. Igualmente, cuando este caudillo salía del tabernáculo después de estar ante la presencia del Altísimo, se cubría la cara con un velo para que los israelitas no vieran su cara iluminada

En el año 2006, un grupo de investigadores encontraron una réplica en miniatura en oro, de 3.500 años de antigüedad, del “arca de la alianza”, que confirmaría la historia bíblica del éxodo

En el Israel bíblico, el sumo sacerdote llevaba en el turbante una placa de oro con la inscripción “La santidad pertenece al Señor” (Éxodo 28,36-37)

La ley mosaica incluye 365 prohibiciones y 278 preceptos positivos

En la antigüedad y hoy en día los llamados “judíos ortodoxos”, tienen la costumbre de llevar los mandamientos en un cofre negro llamado tefilín, atado con una cinta en la frente y otro en el brazo derecho (Deuteronomio 6,8-9)

En el museo de El Cairo (Egipto), Hay una estela de granito que conmemora las victorias del faraón Merneptah (siglo XIII A.C.). Según los entendidos, este monumento contiene la primera referencia extra-bíblica del “pueblo de Israel”

En el libro de los Jueces se narra que Sansón con su fuerza, desgarró en dos a un león y derribó con una quijada de asno a mil hombres

En el segundo libro de los Reyes (19,34-35) se cuenta que en una sola noche, el Ángel del Señor, dio muerte a 185000 soldados asirios, que amenazaban con tomarse la ciudad de Jerusalén

En septiembre de 1993 salió a la luz la primera prueba extra-bíblica sobre la existencia del rey David, con un fragmento de un derruido monumento hallado en la localidad norteña de Tel Dan (Israel). Se puede leer en arameo las palabras “Rey David” y “Casa de David”. El idioma y el estilo del texto apuntan al siglo IX a. de C., en tiempos de Asa, rey de Judá y tataranieto de David. El hallazgo permitió además verificar la autenticidad de la Estela de Mesá (llamada también la Piedra Moabita), descubierta en 1868, que hace referencia a la “Casa de David”. Ambas pertenecen al mismo período de tiempo, son del mismo material, tienen un tamaño y forma similares, y su escritura semítica es casi idéntica

En Jerusalén hay una sinagoga donde está la llamada “tumba del rey David”

La gruta de Jerusalén es el lugar donde el profeta Jeremías escribió sus lamentaciones, y en la que se cree fue enterrado

En el libro de Daniel se dice que fue un ángel quien les cerró la boca a los leones, para que no lo devoraran cuando estuvo en el foso

En el libro de Jonás se habla de un gran pez que se tragó al profeta, pero no se especifica que fuera una ballena

En la tradición judía, las concepciones milagrosas tienen profundas raíces: la anciana Sara que engendra a Isaac; la esposa estéril de Manoah, madre de Sansón; Ana la estéril que da a luz a Samuel; Isabel, de edad avanzada que engendra a Juan Bautista, justo antes de que María concibiera virginalmente a Jesús

En el convento católico de Nuestra Señora del Monte Carmelo, debajo del altar mayor se ve una gruta donde según la tradición era el lugar donde se refugiaba el profeta Elías. Una imagen recuerda al celoso defensor de la religión de Yahvé

Las principales figuras del Redentor en el Antiguo Testamento son:

- El justo Abel
- El sumo sacerdote Melquisedech
- El sacrificio de Isaac
- José vendido por sus hermanos
- El profeta Jonás
- El cordero pascual
- La serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto

El muro de los lamentos en Jerusalén donde los judíos hacen oración, es lo único que queda del magnifico templo construido por el rey Herodes el Grande

En Mayo del 2007, la Universidad Hebrea de Jerusalén anunció que ha sido descubierta la tumba del rey Herodes el Grande. El hallazgo se produjo en la zona arqueológica conocida como Herodium, próxima a la Ciudad Santa

A los cuatro evangelistas se les pintan o representan con la imagen de los cuatro seres vivientes del profeta Ezequiel y el Apocalipsis de San Juan: Un Hombre (La inteligencia), Un León (El valor), Un Buey (La fuerza y la mansedumbre) y un Águila (La velocidad y la altura)

El relato del nacimiento de un “Hombre Salvador” se encuentra también presente en las tradiciones ancestrales de los chinos, hindúes, persas, griegos y romanos

De Belén descendía la familia de David, aquí también nació el padre de San José, y según una profecía de Miqueas, tenía que nacer el Hijo de Dios

La estrella de Belén que siguieron los magos al encuentro con el pequeño Mesías, pudo ser la conjunción de los planetas Marte, Júpiter y Saturno o una súper Nova (estrella de gran luminosidad)

Los evangelios no mencionan el día ni el mes del nacimiento de Jesús. La fiesta del 25 de diciembre fue impuesta posteriormente en el siglo IV, por el emperador Constantino

El evangelio de San Lucas no hace referencia a un buey y un asno en el pesebre donde nació el Redentor. Sin embargo, el buey es símbolo de paciencia y trabajo. Como el cordero y el mismo Jesús es también una víctima, pues el pueblo judío acostumbraba a dar como ofrenda, el sacrificio de un pequeño buey. El asno es símbolo de la humildad, tal como el profeta había anunciado: “mira que viene tu rey lleno de mansedumbre, sentado en un asno”. Igualmente, el buey y el asno son mencionados en (Isaías 1,3)

Cerca de Belén está la llamada la “Gruta de los Pastores”, caverna que fuera originalmente cisterna, pero convertida en capilla. La tradición relaciona a este campo con el sitio donde se encontraban los pastores la noche en que nació Cristo

José el padre adoptivo del Señor, no fue un hombre anciano como lo describieron los santos padres de la iglesia; al contrario, debió de ser un varón de unos 30 a 35 años de edad, para que protegiera a María y al pequeño niño

En Belén se encuentra conectada a la basílica de la Natividad la iglesia franciscana de Santa Catalina de Alejandría, donde se celebra la misa de gallo. Este era en la antigüedad una caverna donde San Jerónimo tradujo la Biblia al latín (La Vulgata)

Los años ocultos de Jesús transcurrieron normalmente en Nazaret al lado de sus padres, y no con los monjes tibetanos o en las escuelas de esoterismo y ocultismo en Egipto; como lo quieren hacer ver algunos escritores

En la aldea musulmana de El Bire, la tradición la señala como el sitio “a un día de camino desde Jerusalén”, en la que José y María se dieron cuenta que el joven Jesús no viajaba con ellos

En la llamada “mezquita blanca” ocupa el lugar de la sinagoga en Nazaret en tiempo de Jesús

En las montañas de Jericó se localiza el monasterio ortodoxo griego de la Tentación, donde el Ungido de Dios pasó cuarenta días en ayuno y preparación espiritual

En Caná de Galilea hay una iglesia cristiana de varias confesiones, donde hay una enorme tinaja, que se supone fue utilizada por el Mesías para realizar el milagro del agua en vino

La iglesia católica del monte de las Bienaventuranzas, se erige en Galilea

En el monte de los Olivos se encuentra la capilla de los padres carmelitas del “Pater Nostre”, donde el Hijo de Dios enseñó a sus discípulos esta bella oración, que se encuentra escrita en sus paredes en 35 idiomas

En la localidad de Tabgha, donde la tradición sitúa la multiplicación de los panes y los peces, está un hospicio de los monjes benedictinos. En las cercanías, junto a la costa del mar de Galilea, se halla la iglesia de San Pedro, fue edificada por los franciscanos para marcar el sitio donde Jesús se presentó a los discípulos luego de resucitar

En Samaria se conserva dentro de una capilla de los ortodoxos griegos, el pozo de la samaritana, a la que Jesús pidió de beber agua

En los evangelios se nombra a dos mujeres que podrían ser la misma: María de Betania (hermana de Lázaro), y María de Magdala (lugar próximo al balneario romano de Tibenas), al parecer era una prostituta que vendía su cuerpo a los soldados romanos. Siendo la misma mujer pecadora a la que Jesús le expulsó siete demonios

Los Evangelios no relatan que la transfiguración de Cristo haya ocurrido en el monte Tabor, puede ser que ocurriera en una de las estribaciones del monte Hermón; San Pedro testigo ocular de este hecho lo llamó solamente como “el monte santo”. Sin embargo, en el Tabor se encuentra la basílica de la transfiguración perteneciente a los franciscanos

En Betania se conserva “El sepulcro de Lázaro”, que es una gruta clavada en la roca

Los cuatro evangelios describen unos treinta y cinco milagros efectuados por Jesús

El Cenáculo o habitación alta donde se celebró la Ultima Cena y el Pentecostés; esta ahora ocupada por una Yeshiva (escuela religiosa judía). Hasta 1948 era utilizada por los musulmanes. Entre 1335 a 1551, fue un convento franciscano del Monte Sión, y sede originaria del Custodio de esta órden religiosa en Tierra Santa

En el monte del Getsemaní, se levanta la basílica de la agonía de Cristo, compartida por la orden franciscana, armenios y ortodoxos rusos. Todavía se puede apreciar árboles de olivo de la época del Mesías.

En la Jerusalén occidental se halla en un valle el monasterio griego de la Cruz, fundado en el siglo IV. Su iglesia bizantina ocupa, según la leyenda el lugar donde creció el árbol de cuya madera se forjó la cruz de Cristo

El apóstol Tomás recibía el título de “gemelo”, al parecer por su gran parecido físico con Jesús. Pudo haber sido esta la razón por la que Judas el “traidor” tuvo que identificar a Cristo con un beso

San Marcos describe en su evangelio a un joven que podría ser el mismo, y que seguía de cerca al Maestro cuando fue hecho prisionero, cubriendo su cuerpo con una sábana, pero al ser capturado huyó desnudo

En la Ciudad Santa está la piscina de Betesda y la iglesia de Santa Ana. Las mellizas piletas de Betesda donde los inválidos fueron curados por el Señor, se encontraron cerca de la iglesia que ocupaba el hogar de Joaquín y Ana, padres de la Virgen, de acuerdo a una tradición del siglo IV. Un tramo de escaleras de la iglesia desciende hacia la cripta, cavada en la roca, donde nació y vivió María

La colina del mal consejo es el lugar donde, de acuerdo a la tradición, Caifás poseía una casa de campo. En las faldas de este monte se encuentra un cementerio denominado Aceldama, o “campo de sangre”; que fue donde Judas se ahorcó y fue sepultado

La iglesia de San Pedro en Gallicantu (el gallo que canta), pertenece a la orden católica de los Asuncionistas, y se eleva sobre el antiguo palacio en que Jesús fue juzgado por Caifás y el sanedrín

En la ciudad costera de Cesarea, se conserva una inscripción de piedra con el nombre del procurador romano Poncio Pilatos

En el Vía Crucis el encuentro del Mesías con su Madre, con la Verónica que le limpio el rostro, al igual que sus tres caídas; corresponde a las tradiciones antiguas y no a los escritos de los evangelios

En el monte Calvario o Gólgota (la calavera), Jesús esta clavado en la cruz desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, que es cuando muere por asfixia

En este sitio el emperador Constantino mandó a edificar dos magníficas basílicas: la del lugar en que fueron halladas las tres cruces y la de la resurrección, sobre el sepulcro del Salvador

Según algunas tradiciones antiguas se creé que debajo de la cruz del Mesías se encontraba la tumba de Adán; mientras que la de Eva está localizada a las afueras de Bagdad (Irak)

El nombre de los dos ladrones Dimas y Gestas que acompañaron a Cristo en la crucifixión, corresponden también a la tradición y no a la Biblia

En Emaús se halla la basílica franciscana de La Fracción del Pan, que ocupa el lugar de la casa de Cleofás y Simón (padre e hijo), discípulos del Resucitado

En el monte de los Olivos se observa la torre de la Ascensión del Señor, de la iglesia rusa ortodoxa. La propiedad pertenece a los musulmanes

En la puerta de los leones o de San Esteban, la tradición asegura que fue aquí donde el primer mártir del cristianismo fue apedreado

Dentro de la ciudad vieja de Jerusalén está la iglesia y el monasterio armenio de San Jacobo (Santiago), en su interior se conserva el tradicional trono episcopal de este apóstol hijo de Zebedeo. También es posible apreciar la celda donde fue decapitado por orden del rey Herodes, y tres piedras traídas de los montes Sinaí, Tabor y del Jordán, por el lugar donde los hebreos lo cruzaron. El lugar es la residencia del patriarca de esta comunidad cristiana

Algunas representaciones artísticas de la conversión de Saulo camino a Damasco, lo muestran tumbado de un caballo. Aunque es una posibilidad, la Biblia simplemente dice que él “cayó al suelo”

El emperador Adriano en el siglo II hizo colocar dos grandes estatuas de Júpiter y Venus en el Calvario y el Santo Sepulcro, que duraron hasta la llegada de Santa Helena

El número de la “Bestia” (666), mencionado en el libro de la revelación, identifica el nombre en clave del emperador romano Nerón César

Frases tales como: “Ayúdate que yo (Dios) te ayudaré” o “Entre mil y mil el fin del mundo”, no aparecen en la Biblia

En la isla griega de Patmos, cerca de la costa de Asia Menor, se localiza un monasterio de monjes griegos ortodoxos edificado a finales del siglo IX; Aquí en la pequeña capilla de Santa Ana, está la gruta donde según la tradición Juan recibió las visiones del Apocalipsis

En noviembre del 2005, cuando las autoridades israelíes quisieron ampliar la prisión de Mejido, los presos encontraron en el piso dos mosaicos con inscripciones en griego de una iglesia del siglo III, el primer centro de culto cristiano desenterrado en Tierra Santa. Los arqueólogos piensan que pudo tratarse de una edificación romana convertida en iglesia en una fecha posterior. La opinión tradicional es que los sitios de culto no empezaron a aparecer en la región hasta después del edicto de Milán, por parte del emperador Constantino en el año 313. Mejido, también conocida como Armagedón, es el lugar donde el Apocalipsis dice que se librará la máxima batalla entre el bien y el mal. En la antigüedad, fue escenario de muchas batallas importantes y un cruce de caminos para los viajeros


III. LA BIBLIA EN LA HISTORIA UNIVERSAL


Ningún otro libro religioso en la historia de la humanidad, es tan antiguo y completo como las Sagradas Escrituras, así por ejemplo:

Hinduismo: Texto sagrado Vedas (la Sabiduría), colección de himnos, siglo X A.C.
Budismo: Texto sagrado Mantras (Herramienta para la meditación), 2500 años atrás
Confusionismo: Colección de Clásicos, siglo V al III A.C.
Taoísmo: Dos libros importantes escritos entre los siglos IV al III A.C.
Sintoísmo: Escritos sagrados compuestos hace 1200 años
Islamismo: Libro sagrado El Corán (Recitación), elaborado por Mahoma entre los años 610 al 632 D.C.

A finales del siglo XIX, se descubrió el manuscrito hebreo más antiguo y relacionado con el Antiguo Testamento, el denominado códice Petropolitanus, del año 916 A.C.

Los libros apócrifos son textos escritos posteriormente a los libros bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, y que tienen temas relacionados con la historia sagrada; pero su procedencia es de dudosa aceptación

El papiro P-45, que se exhibe en la biblioteca Chester, ubicada en Dublín (Irlanda); probablemente data de antes de finales del siglo I D. C.; Contiene la mayor parte de los cuatro Evangelios y gran parte del libro de los Hechos de los Apóstoles en un solo volumen

Al papa Benedicto XVI le regalaron en el año 2007 los papiros Bodmer 14 y 15 (P-75), datados entre el 175 y 225 D.C. El papiro contiene cerca de la mitad de los Evangelios de Lucas y Juan, fue escrito en Egipto y quizá utilizado como libro litúrgico, estaba destinado a una pequeña comunidad parroquial de lengua griega que leían el Evangelio durante la celebración eucarística. Para los primeros cristianos los evangelios eran leídos como una sola unidad. Entre otras cosas, en estos papiros contienen un total de 144 páginas y constituye el manuscrito más antiguo con la oración del Padre Nuestro, y la unión de dos textos de los Evangelios. Se conserva hoy en día en la Biblioteca Apostólica Vaticana.

La llamada “Carta de San Bernabé”, de autor desconocido, escrita en Alejandría a fines del siglo I, cita claramente al evangelio de San Mateo y San Marcos. Alude también a san Lucas y presenta palabras e ideas del de San Juan

La “Doctrina de los Doce Apóstoles”, el catecismo más antiguo que se conoce (del siglo I), escrito probablemente en Siria, tiene referencias de los cuatro evangelios

San Ignacio de Antioquia quien murió mártir en el Circo Máximo de Roma hacia el 117. Dejó siete cartas a diversas iglesias de Asia Menor inspiradas en los evangelios de Mateo y Lucas

El evangelio de San Juan llegó a Egipto en el año 125, y a partir del 175, ya circulaban copias por Cartago, Esmirna y Lyon

En el año 130 D.C.; San Papías (discípulo del apóstol Juan), escribió la obra Explicaciones de los dichos del Señor, considerada como la primera exégesis (explicación bíblica) de los Evangelios

El nombre más antiguo con que se llamó a los Evangelios fue el de “Memorias de los Apóstoles”. Así lo describía San Justino Mártir en la segunda mitad del siglo II


Entre los años 150 al 170, Taciano, discípulo de San Justino Mártir; compuso su obra “El Diatessarom”, un relato de la vida de N. S. Jesucristo compuesto a partir de los cuatro evangelios

Hacía el año 170, se realizó el primer catálogo de los libros del Nuevo Testamento; llamado el canon (o lista) de Moratori. Este contenía los cuatro Evangelios y las 13 cartas de San Pablo

Los llamados Padres Apostólicos y los Padres de la Iglesia (siglos II al VII), como fueron: Orígenes, Tertuliano, San Gregorio Taumaturgo, San Cirilo de Alejandría, San Juan Crisóstomo, San Ambrosio de Milán, San Isidoro de Sevilla entre muchos otros; todos ellos hicieron comentarios exegéticos y teológicos de los libros Veterotestamentarios y neotestamentarios

La lectura orante de la Biblia se remonta a los primeros cristianos. El primero en utilizar la expresión “Lectio Dinina” fue Orígenes (185-254), teólogo, quien afirmaba que para leer Las Santas Escrituras con provecho, es necesario hacerlo con atención, constancia y oración

El mismo apologista Orígenes aseguraba que los cristianos del siglo III, usaban la versión de los libros del Antiguo Testamento llamada de Los Setenta, aunque algunos judíos no lo aceptaban

La obra Sobre Daniel de Hipólito de Roma, es el comentario cristiano más antiguo sobre un escrito veterotestamentario. Fue redactado entre los años 200 al 204

San Cipriano escribió su libro Testimonia, que data del 248/49, y es una colección de textos bíblicos donde hace una lectura cristológica del Antiguo Testamento, y cita algunos dichos de Jesús de los Evangelios

Para finales del siglo III, entre los cristianos circulaban Evangelios de bolsillo escritos en pergamino

En Antioquia el sacerdote Luciano (+312), hizo una revisión crítica del Antiguo Testamento de la versión de los “Setenta”

San Atanasio en el año 367 da la lista definitiva de los 27 libros del Nuevo Testamento

La totalidad de los libros aceptados como de inspiración divina, se reconocieron en los concilios de Hipona (393), y el de Cartago (397)

En la actualidad no existe ningún manuscrito original de los textos bíblicos, pero si se conservan más de 3000 códices en pergaminos que contienen copias de los mismos libros; entre los más importantes tenemos:

El Códice Vaticano del siglo IV, y se conserva en la biblioteca del Vaticano
El Códice Sinaítico del siglo V, en el monasterio ortodoxo de Santa Catalina en el monte Sinaí
El Códice Alejandrino del mismo siglo, en el museo británico de Londres
El Códice de Efrén también del siglo V, y se exhibe en la biblioteca de París

En el museo del “Templo de Libro” en Jerusalén, se conservan gran parte de los rollos de la comunidad esenia del Mar Muerto

Los cristianos de la Iglesia Primitiva tenían la antigua costumbre de colgar del cuello una tablilla con un escrito de los evangelios

La Vulgata (o divulgada) fue la primera versión autorizada de la Biblia de los textos originales del hebreo, arameo y griego al latín; fue hecha por San Jerónimo en el siglo IV, en la misma cueva de Belén donde nació el Salvador del mundo

Al parecer circulaban Biblias completas en griego desde el siglo IV o V

En el siglo IV el obispo Ulfilas, tradujo la Biblia en lengua gótica


El abad Flavio Aurelio Casiodoro (siglo V), comisionó a los copistas del monasterio de Vivarium (Calabria), la preparación de al menos tres ediciones distintas de la Biblia en latín. Una incluía el texto de la Latina Antigua, de finales del siglo II. La segunda, con la Vulgata latina, y la tercera, el Códice Mayor. Las dos últimas ediciones reunieron todos los libros de las Sagradas escrituras en un solo volumen a las que se llamaron Pandectas. La única copia que queda es un enorme manuscrito llamado Códice Amaniatino. Es la Biblia latina completa en un solo tomo más antiguo que existe, y se conserva en la Biblioteca Laurenziana de Florencia (Italia)

La obra “De Doctrina Christiana”, terminada en el año 426, por el obispo de Hipona, San Agustín; donde el estudio de las Sagradas Escrituras se constituye en el fundamento de una verdadera cultura cristiana

En este mismo siglo, se incorporaron los mosaicos con pasajes bíblicos en las iglesias, para educar a los feligreses. Siglos después, ocurrió lo mismo con los vitrales de las grandes catedrales medievales

La triple regla monástica de los santos: Pacomio, Agustín, Basilio y Benito incluía la lectura de la Biblia, el trabajo manual y la liturgia

A partir del siglo VI, los monjes benedictinos en sus monasterios, empezaron a transcribir en pergaminos y libros los textos bíblicos

En el siglo VII, el papa San Gregorio Magno, escribió su libro “Consejos a los Sacerdotes”, donde hacía explicaciones a las parábolas de los evangelios

En el siglo VIII, el historiador católico inglés San Beda, tradujo al sajón las Sagradas Escrituras

En este mismo tiempo en la República de Irlanda aparece el Libro de Kells, famoso manuscrito que contiene los cuatro Evangelios en latín antiguo, y es una verdadera obra de arte por sus diseños, el manejo del color y la decoración; se gastaron en su elaboración 170 pieles de ternero. Se exhibe en la actualidad en la biblioteca de la universidad Trinity College


En el año 863, los santos hermanos Cirilo y Metodio en su viaje misionero a Moravia (República Checa), comenzaron a traducir la Biblia al eslavo antiguo
En Zorno en el año 900, apareció un diccionario bíblico francés; su objetivo era ayudar a los fieles laicos a entender la Biblia en latín

El famoso Códice de Leningrado, que data del año 1008, es la copia completa más antigua del mundo del Antiguo Testamento, se conserva en la biblioteca Nacional de Rusia

Alrededor del año 1150, el abad cartujo, Guido, apodado el Ángel; escribió en latín su obra “la Escala de los Claustros”, donde expuso los cuatro fundamentos de la vida monástica: La lectura de la Santa Biblia, la meditación, la oración y la contemplación. “Esa es la escalera por la cual los monjes suben desde la tierra hasta el cielo”, afirmaba

La Biblia en lengua española más antigua es la “Alfonsina”, compuesta por el rey Alfonso X el sabio (1221- 1284)

En el siglo XIII se realizaron las primeras traducciones de libros bíblicos del latín al italiano. Ya en el siglo XIV, fue posible disponer de casi toda la Biblia en el lenguaje común de la gente

En esta misma época en Europa se hacen famosas las representaciones teatrales en las plazas públicas, de escenas sacadas de las Sagradas escrituras

En La Edad Media en las puertas de las iglesias, se colgaba de una cadena una Biblia para ser leída por los feligreses

En el siglo XVI, Santo Tomás Moro afirmaba que antes de los tiempos del reformador Wiclef, existía en Inglaterra una versión de la Palabra de Dios que “era leída con devoción por la gente del común”

Antes de Martín Lutero con la reforma protestante, existían 56 ediciones de la Biblia en diferentes idiomas en todo el continente europeo

La primera Biblia impresa en la historia fue la Vulgata Latina, por el alemán Johannes Gutenberg en el año 1455. Este ejemplar se encuentra hoy en la biblioteca de Moscú (Rusia)

El primer tomo de las Santas Escrituras que se imprimió en italiano fue en Venecia en 1471, echa por el monje camandulense Nicoló Malerbi. Su traducción alcanzó una amplia distribución

En el año de 1537, el teólogo católico Johann Eck, antiguo adversario de Lutero, publica una Biblia en alemán por pedido del duque de Baviera

La propia Biblia traducida por el reformador alemán (1521-1534), fue declarada como “incompleta, trueca e infiel”, por los sínodos de su iglesia evangélica en Monster (1836), de Hamburgo (1839) y en de Groninga (1840)

Cuando Lutero hizo su traducción, otro de los incitadores de la reforma en Suiza, el sacerdote secular Ulrico Zwinglio; declaró que el primero había alterado y corrompido la Palabra Divina, y él mismo publicó una versión suya
El francés, Juan Calvino, fundador de la iglesia calvinista; preparó otra traducción, pero un seguidor suyo de nombre Domovlin, confesó que Calvino “había cambiado el orden de la palabra de Dios; añadiendo cosas por su cuenta”

Ecolompadio y los doctores protestantes de Basilea (Suiza) confeccionaron su elaboración de las Sagradas Escrituras, pero Teodoro Beza, discípulo y sucesor de Calvino, y jefe de los protestantes en Ginebra (Suiza); declaró que “dicha Biblia era impía en varios pasajes”; y para contra restar tal ofensa, elaboró su propia traducción, que también fue atacada por los doctores de Basilea

Los predicadores de Ginebra condenaron como falsas todas las publicaciones protestantes de los Libros Sagrados, y se pusieron a la tarea de hacer la verdadera; pero Jacobo I de Inglaterra, cabeza del Anglicanismo, expresó solemnemente en la asamblea religiosa de Hamptoncourt, que “la traducción de Ginebra era la más infiel y la Peor de todas”; y por eso, sacó su propia versión de la Palabra Divina

La versión de la Biblia protestante de mayor aceptación es la Casiodoro de Reina (1569), y revisada por Cipriano de Valera (1602)

Ante toda esta “Torre de Babel”, la Iglesia Católica a través del concilio de Trento en 1545, decretó que los fieles laicos sólo utilizaran traducciones aprobadas por la sede apostólica, provistas de explicaciones y notas con referencia de los textos bíblicos. Este mismo mandato fue también confirmado por el papa Benedicto XIV en 1757

La división de la Biblia en capítulos y versículos del Nuevo Testamento, fue elaborada por el teólogo Esteban Langton; arzobispo católico de Canterbury en el año 1214; mientras que la del Antiguo Testamento, fue impuesta por el fraile dominico Santos Pagnini, en el año 1517. Estas dos modalidades han sido aceptadas oficialmente por las demás iglesias cristianas

En el año 1517, el cardenal español Jiménez de Cisneros con la colaboración de griegos y judíos conversos, publicó en seis volúmenes la Biblia “Políglota Complutense”, con el texto en hebreo, arameo y griego acompañada de una versión interlinear de la Vulgata latina; además de un diccionario para el estudio de la escritura y la gramática de los tres idiomas originales

En el 1553, los judíos españoles residentes en Italia publicaron la Biblia traducida “palabra por palabra”, en dos ediciones, la una dedicada a los judíos y la otra a los católicos. Del lugar de su impresión lleva el nombre de Biblia de Génova

El rey Luis XIII (1610-1643) autorizó en Francia a Jacques Corbin a que tradujera la Biblia al francés para contrarrestar la obra de los protestantes

El religioso agustino alemán Leonardo Coffine, publicó en el año 1687 un libro que contenía la explicación de los evangelios dominicales

Antonio Martini, quien más tarde llegó a ser arzobispo de Florencia (Italia), se dispuso a traducir la Vulgata Latina. La primera parte se publicó en 1769, y toda la obra se completó en 1781. Esta edición fue digna de una mención especial por los biblistas católicos italianos

El padre Felipe Scío, escolapio, público la traducción de la Biblia al español hecha del latín (Valencia 1791- 1793)

Don Félix Torres Amat, canónigo de Barcelona, dio a la luz otra nueva versión de la Vulgata latina, hoy muy difundida en Madrid (1823- 1825)

En 1830, José Smit, escribió el “libro del mormón”, que había recibido supuestamente por inspiración divina por el ángel Morón En El monte de la ciudad de Palmyra, cerca de Nueva York. Este texto fue agregado a la Sagrada Biblia por esta secta cristiana

En el año 1892 el papa León XIII creó la escuela bíblica de Jerusalén, bajo la dirección de la orden de los dominicos; quienes se encargan de las excavaciones arqueológicas en Tierra Santa

En 1897, el mismo papa reafirmó que quedaban “prohibidas todas las versiones de Los Libros Bíblicos elaboradas por escritores no católicos en cualquier lengua vulgar, en particular las editadas por Las Sociedad Bíblicas”, ente protestante

La versión de Augustin Crampon, publicada originalmente en siete volúmenes (1894-1904), y luego en uno solo (1904), fue la primera versión católica en francés de las Sagradas Escrituras con base en los textos originales, que incluían múltiples notas eruditas

En el año 1907, el papa San Pío X dio origen al instituto pontificio bíblico, a cargo de los jesuitas

En 1943, el Sumo Pontífice Pío XII, a través de su encíclica “Divino Afflante Spiritu”, dictó las reglas para traducir la Biblia a las lenguas vernáculas

En todo el siglo XX, salieron diferentes ediciones católicas de las Sagradas Escrituras; como la de los dominicos Eloíno Nácar (A.T.), y Alberto Colugna (N.T.), y la de La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), ambas de 1944. La Bover-Cantera, prestigiosa por su rigor crítico de 1947. La vasca del Padre Olaide (Bilbao, 1958). La Biblia de Ediciones Paulinas (1961, revisada en 1988), se distingue por su calidad literaria. La Biblia de Jerusalén (1966), publicada primero en francés y luego sirvió de base para traducirla a otros idiomas. Una verdadera Biblia de estudio es la los monjes benedictinos de Montserrat (Andorra 1969-1970), provista de glosas técnicas y eruditas. La Biblia de América, editada por la Casa Bíblica Católica en 1986. La Biblia Latinoamericana (edición de 1989). La Biblia Didáctica (1995)

En 1963, fue fundada la Fraternidad Misionera Verbum Dei, por el sacerdote Jaime Bonet en Mallorca (España). Su compromiso es la oración y la predicación de la Palabra de Dios en 36 países, entre hombres y mujeres consagrados, y matrimonios

El 18 de noviembre de 1965, se promulgó la constitución dogmática del Concilio Vaticano II (1962-1965), sobre la Revelación Divina “Dei Verbum”. Con este documento la Iglesia Católica dio apoyo a “las traducciones exactas y adaptadas en diversas lenguas, sobre todo partiendo de los textos originales”. Un poco antes, en 1958, el Pontificio Instituto Bíblico había publicado la Santa Biblia en varios idiomas, incluyendo el español

La Federación Bíblica Católica, es una organización internacional creada por el Papa Pablo VI, después del Concilio Vaticano II. Cuenta con 300 instituciones afiliadas en 127 países, y tiene por objetivo promover la pastoral bíblica católica a nivel mundial

La teóloga católica alemana Eleonore Beck, es la autora de la célebre Biblia del Niño “Dios Habla a sus Hijos”. Sus ejemplares superan los 40 millones en 141 lenguas, distribuidas en 115 países. La primera de estas Biblias en lengua española es del año 1979

Según cifras publicadas por Las Sociedades Bíblicas Unidas, las Sagradas Escrituras están disponibles completa o en partes en 2400 idiomas, frente a las 6500 lenguas que se hablan en el planeta

Actualmente, más del 90% de la humanidad tiene acceso a como mínimo, una porción de la Biblia en su idioma nativo

Cada año se vende en todo el mundo más de 14 millones de Biblias, y más de 25 millones del Nuevo Testamento

Se calcula que hasta el momento se han distribuido unos cinco mil millones de ejemplares

Es la colección de Libros que más ha influido en la historia de la humanidad, de Ella se han hecho obras artísticas, literarias y musicales

Una reciente encuesta realizada en Estados Unidos, ha demostrado que el 12% de las personas leen la Biblia cada día, 16% de quienes se declaran cristianos afirman leerla todos los días. Solo 2 de cada 10 personas fueron capaces de indicar quién pronunció el Sermón del Monte, y ninguno de los encuestados logró citar más de tres o cuatro de los Diez Mandamientos. Los jóvenes alemanes tampoco están ajenos a esta realidad, ya que solamente el 1% lee las Sagradas Escrituras con mucha frecuencia; el 2%, a menudo; el 19%, pocas veces, y cerca del 80%, nunca. Los porcentajes son similares en otras naciones. El periódico Lausitzer Rundschau publicó otra encuesta que mostraba cuántas personas estabas familiarizadas con los Diez Mandamientos y se guiaban por ellos. El 67% de los mayores de 60 años los conocían y cumplían, mientras que el porcentaje era solo del 28% en el caso de los menores de 30 años.

En octubre de 2003, se realizó la Feria Internacional del Libro Cristiano, en Madras (India); allí se exhibió la Biblia más extensa del Mundo y el ejemplar más grande (siete kilos), impresa en Filadelfia (EEUU) en el año 1884

La abadía benedictina de Saint John’s Abbey en Minesota (EEUU), lanzó en mayo del 2004, una edición de siete volúmenes bíblicos realizados con técnicas medievales y con avances tecnológicos de última generación

Por primera vez, un equipo de investigadores de Palestina ha descubierto un versículo del Nuevo Testamento (Lucas 2,25); inscrito en la llamada tumba de Absalón. Lo sobresaliente del hallazgo es que la inscripción de textos bíblicos en lápidas no se hizo común sino hasta el año 1000 de nuestra era

Enero de 2005, el español Rafael García Ramos publicó el libro “Autobiografía de Jesucristo”, donde pone en orden cronológico los relatos de los cuatro evangelios. La obra cuenta con el visto bueno del cardenal de Sevilla, Bueno Monreal, y puede ser consultado en www.hijodedios.com

Septiembre de 2005, el libro de los Salmos, atribuido al rey David, ha sido incorporado a los servicios que ofrece una empresa de teléfonos celulares en Israel. Se trata de un texto sagrado que los observantes judíos suelen llevar consigo


Julio de 2006, una investigación realizada en Italia, Francia y España por la Alianza Bíblica Universal, dio como resultado que la relación de los católicos de los textos sagrados se da sobretodo en la misa dominical, pero el conocimiento de la Biblia sigue siendo muy deficiente

Septiembre de 2006, en Boston (EEUU), salió al mercado los “muñecos santos”, que citan versículos de la Biblia para inculcar a los niños “un mensaje de amor y esperanza”. Los muñecos tienen las figuras de Jesús, Moisés y la reina Esther


V. FRASES CELEBRES EN HONOR A LA BIBLIA


Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en el día y noche, para que hagas siempre lo que éste ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien
Josué (1,8)

Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino
Salmo (119,105)

La palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre
Isaías (40,8)

Mi pueblo perece por falta de conocimiento
Oseas (4,6)

Vienen días, -afirma el Señor- en los cuales mandaré hambre a la Tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre y sed de oír la palabra del Señor Amos (8,11)

Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica
Lucas (11,28)

El que es de Dios, las palabras de Dios oye
Juan (8,47)

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza
San Pablo (Romanos 15,4)

Que la Palabra de Dios siga propagándose
San Pablo (2 Tesalonicenses 3,1)

Toda Escritura inspirada por Dios es útil para enseñar, reprender, corregir, instruir en la justicia, para que el hombre de Dios viva santamente, y lleno de buenas obras
San Pablo (2 Timoteo 3,16)

La Palabra de Dios es viva y eficaz, y penetra hasta lo más profundo del alma
Hebreos (4,12)

La Sagrada Biblia es la carta de Dios Omnipotente a sus criaturas
Papa San Gregorio Magno

El que lee la Biblia está más cerca de Dios, o sea de la verdad misma
Papa San Gregorio Magno

El estudio de la Biblia debe ser como el alma de la sagrada teología
Papa León XIII

Fuera de los Evangelios no hay otro libro que pueda hablar al alma humana con tanta luz y verdad
Papa San Pío XI

Sólo quien estudia la Palabra de Dios puede convertirse en su anunciador
Papa Benedicto XVI

La Iglesia Católica vive de la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios, resuena en sus enseñanzas y en toda su vida
Papa Benedicto XVI

La Sagrada Biblia debe ser recibida con devoción, porque contiene enseñanzas sublimes acerca de Dios; sabiduría salvadora acerca del hombre y contiene tesoros de oración
Concilio Vaticano II

La Biblia debe ser el alma de toda evangelización
Documento de Puebla

Desconocer la importancia de las Sagradas escrituras, es como desconocer al mismo Cristo Jesús
San Jerónimo

Una persona pensará y hablará más sabiamente, si lee más la Sagrada Biblia
San Agustín

En la Biblia Dios habla a los hombres con lenguaje de hombres
San Agustín

La Sagrada Escritura es el camino de la salvación eterna
San Alfonso de Ligorio

Todo el mal que vive el mundo, es de no conocer las verdades de las Sagradas Escrituras
Santa Teresa de Ávila

Los hombres tendrían paz en el mundo, si solamente se guiaran por los Evangelios
Santa Brígida de Suecia

La palabra de Jesús (El Evangelio), es Jesús mismo
Santa Teresita del Niño Jesús

La Biblia no pretende enseñarnos cómo es el cielo, sino cómo se va al cielo
Cardenal Baronio

Siendo, pues, Palabra del Señor lo que enseña este libro, será imposible que su lectura no haga gran provecho a quien lo lea y medite
E. Muller

Ninguna ciencia está mejor autentificada que la Biblia
Isaac Newton

La Biblia es un libro que supera a todos los demás, y contiene todo lo que atañe al deber del hombre para con Dios y el prójimo
Pedro el Grande

Si yo tuviera muchos Generales que leyeran cada día la Santa Biblia estaría seguro del éxito de mi nación
Napoleón

La Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres. Si no fuera por Ella, no podríamos distinguir entro lo correcto y lo incorrecto
Abraham Lincoln

Siempre he dicho, y diré que el estudio de la Sagrada Biblia, hará mejores ciudadanos, mejores padres y mejores esposos
Tomás Jefferson

La existencia de la Biblia, entendida como un libro para el pueblo, es el mayor beneficio que ha recibido el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la humanidad
Immanuel Kant

La Biblia ayuda a realizar las aspiraciones más grandes del alma humana
Roosvelt

La Palabra de Dios, es la clave para resolver todos los problemas
Carothers

Tres favores producen la lectura de los Libros Sagrados: provecho intelectual, provecho moral y provecho espiritual
José Flores

Tres ventajas tienen este libro:
Su divinidad satisface nuestra necesidad de Dios
Llena de paz, gozo y de consuelo
Se adapta a todos los tiempos y necesidades
Ricciote

La Biblia es fuente de Paz
Garay

Inventa tus propias doctrinas, las apoyas en la Biblia, y las tienes por divinas
Weremfelds

Hay muchas personas muy letradas en las ciencias, pero analfabetas en el Libro de Dios
Evely

La Palabra de Dios nos parece luz para dirigirnos en el camino. Alimento para fortalecernos, y consuelo para animarnos
Bossuet

La gran ventaja de la Biblia es que, en ella, está la clave para saber cuál es el pensamiento de Dios y qué opina El sobre los temas más importantes
Peale

La Biblia es el documento más precioso de toda la historia de la raza humana
General Smuts

Estoy convencido de que la Biblia nos resultará más bella cuanto mejor la comprendamos
Johann Wolfgang

A todo el que conozca bien la Biblia puede considerársele verdaderamente educado
William Lyon Phelps

En comparación con la Sagrada Escritura, todos los demás libros son como estrellas que reciben su brillo y esplendor del sol
Roberto Boyle

La Biblia es la revelación más pura que de Dios existe
Emilio Castelar

EL JARDIN DEL EDEN


I. CONTEXTO GENERAL


El jardín del Edén era una tierra muy bella, rica en minerales, flores, árboles frutales, suave brisa, y habitada por los animales más hermosos de la creación. Aquí había un río del que se desprendían cuatro brazos: el Pisón, que rodea la tierra de Hávila donde hay oro, belio y ónice; el Gihón, que rodea toda la tierra de Cus; el Tigris, que va al este de Asiría; y el Eufrates (Génesis 2,8-14).

La etimología de la palabra “Edén”, equivale a decir “huerto fértil”, “jardín frondoso”, “llanura deliciosa” o “comarca muy rica”. Para los judíos recordaba la “felicidad” o el “placer” en que vivieron inicialmente Adán (hombre de barro rojo) y Eva (madre de los vivientes), antes de ser expulsados por su desobediencia. Es de advertir, que el historiador sagrado que escribió el Génesis (posiblemente Moisés), situaba el Edén como un parque fértil y bañado profusamente por las aguas, exactamente lo contrario de las tierras áridas, secas e inhóspitas en que vivía el pueblo hebreo durante el éxodo en el desierto del Sinaí (Comparar con Cantar de los Cantares 4,13; Ezequiel 28,13).

Se ha relacionado la palabra Edén con el sumerio Edin y el asirio-babilónico Edinu, de donde proviene el hebreo Edeen, que significa estepa (llanura árida). Según esta etimología, la descripción del texto bíblico aludiría a un oasis en medio de la estepa, lo que explicaría bien que nuestros primeros padres fueran expulsados de este recinto serrado para después vivir la vida dura de la estepa con el sudor de su frente.

Para la cultura judía el Edén era un estado de justicia, paz, fraternidad, felicidad en el cual los seres humanos deberían de vivir. De aquí las muchas descripciones del Viejo Testamento sobre la esperanza de volver a habitar en una “Nueva Tierra” (Comparar con Éxodo 3,8; Salmo 37,29.34; Isaías 11,1-9; 65,17; Ezequiel 47,12; Zacarías 14,8).



II. POSIBLE UBICACIÓN GEOGRAFICA

Las Escrituras dicen que Dios plantó el “jardín del edén, al oriente” (Génesis 2,8). Su sitio de origen bien pudo haber estado en las cercanías del Golfo Pérsico entre Siria y Palestina, o más bien entre Irán e Irak, aunque también se sitúa en las proximidades de la India. De acuerdo al nombre de los cuatro ríos mencionados en el primer libro de la Biblia, se puede tener una idea más o menos exacta de su posición geográfica, lo que en la antigüedad era conocida como la Baja Mesopotamia, donde hay una rede de afluentes o canales que surcaba esta área. Dos ríos llevan nombres conocidos: el Tigris que corre enfrente del Asur, y el Eufrates, célebre en todo Oriente; ambos nacen casi juntos en los montes de Armenia, desembocando en el Golfo Pérsico. El Pisón pudo haber estado en las tierras de Arabia del Norte, rica en piedra de ónice; se cree que no es otro que el río Fasis, que nace en el monte Ararat y muere en el mar Negro. El Gihón, posiblemente localizado también en Armenia, país limítrofe con Turquía, en cuyos suelos abundan minerales preciosos como el oro y el ónice. Por su parte, otros investigadores han relacionado los cuatro ríos con tres países: Hávila (o Arabia), con el Pisón; la tierra de Cus (o Etiopía), por el Gihón; Asur (o Asiría), con el Tigris y el Eufrates.

En el siglo III de nuestra era, San Epifanio dice en una carta: “Yo mismo he visto las aguas del Gihón, las he visto con mis ojos carnales, son aguas como las del Eufrates que se deja tocar, beber y que no tiene nada de espiritual”. Cuatro siglos después, Isidoro de Sevilla, último Padre de la Iglesia, localizaba el Edén bíblico en las Islas Afortunadas (las Canarias actuales). Del mismo modo, el cardenal Pedro Alianco, en su libro del Imago Mundi, impreso en Lovaina (Bélgica), entre los años 1480 al 1483; dijo: “Más allá del Trópico de Capricornio, se encuentra la más bella estancia, ya que es allí donde está la más noble y la más alta del mundo, a saber, el Paraíso terrenal”.


III. EL AGUA DE LA ETERNA JUVENTUD

En el primer libro del Antiguo Testamento se dice que un río salía del Edén y se partía en cuatro afluentes, pero no explica si nacía allí. No obstante, el apóstol amado en las visiones que tuvo en la isla de Patmos, dice que la fue mostrado “un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero” (Apocalipsis 22,1). “Y el que tenga sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente” (17). Este nuevo río de “agua viva” no es otro que el mismo Señor Jesús, acordémonos que a la mujer samaritana le ofrece “agua viva” para la vida eterna (Juan 4,14). Asimismo, “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba…, del interior del que cree en mí brotarán ríos de agua viva” (Juan 7,37-38). En este pasaje San Juan hace alusión, que, en esta oportunidad, el Divino Maestro se refería al Espíritu Santo.

Por otra parte, esta revelación bíblica de un “agua de vida eterna”, ha sido asociada con los distintos mitos de diferentes culturas y tradiciones en el Oriente Próximo, la India, Irán, las tribus nómadas de Arabia, la región de Anatolia, la China, los malayos y los indonesios, los antiguos fenicios y cartaginienses, en Italia y la costa Ibérica, las Islas Británicas, Irlanda, Escandinavia, hasta llegar al África. Así por ejemplo, la búsqueda de la “fuente de la eterna juventud”, está presente en la mitología griega, en las narraciones de la expedición de Jasón y los argonautas, cuando la maga Medea rejuvenece a Jasón en sus aguas milagrosas. Hesíodo, poeta griego del siglo VIII a. de C., describió un Paraíso terrenal de la Edad de Oro, adornado con manantiales milagrosos que ofrecían descanso y dicha al hombre, todavía inmortal e ignorante de toda enfermedad o dolor.

La leyenda de la fuente de la inmortalidad, movilizó a muchos españoles durante la época de la conquista de América, como Juan Ponce de León, quien en el año de 1512, la buscara sin éxito en la isla de Bimini (Hoy las Bahamas). Posteriormente, ciertas confidencias de los nativos enteraron al mismo explorador de que los indígenas de la isla de La Española (Cuba) y de otros de Santo Domingo, emigraron a tierras lejanas, pasando el mar, en busca de un caudal cuyas aguas rejuvenecían. La ilusión de encontrar este afluente curativo fue lo que lo impulsó sin éxito a ir a las costas de Norteamérica, el 27 de marzo de 1513. Su cronista, Herrera, dice: “No quedó río ni arroyo en toda la Florida, hasta lagunas y pantanos, adonde no se bañasen: y hasta hoy siguen algunos en busca de este misterio”.

IV. EL ARBOL DE LA VIDA


En Génesis (2,9), dice que “Yahvé Elohim hizo brotar del suelo, todo árbol grato…y el árbol de la vida”, en el centro del “jardín de Dios” estaba el “árbol de la vida”, cuyo fruto era apto para conservar la vida del cuerpo por tiempo indefinido (Génesis 3,22). De hecho, el “árbol de la vida” no brota exclusivamente en el “paraíso de Yahvé”. Antiguas tradiciones recopiladas en tablillas para los sumerios, colocaban al oasis maravilloso donde crecía el “árbol de los dioses” de frutos magníficos en la isla de los bienaventurados, La tierra de Dilmón, lugar que hoy se identifica con el archipiélago de las Bahrein, junto a la costa de Arabia oriental, en el Golfo Pérsico. Los asirios-babilonios conocían a la famosa planta gracias a la cual el hombre obtenía su suplo de vida. Sobre dibujos sumerios del tercer milenio se cree son reproducciones del árbol estilizado. En Egipto se conserva el recuerdo de una planta que destilaba en beneficio de los dioses, y para los hombres de una bebida de inmortalidad, que crecía al este del cielo, en la Tierra de Amenti.

La representación que más concuerda con la realidad del “árbol de la vida” en el Edén, se encuentra en la actualidad en la región de Asia Occidental con la famosa planta datilera, su fruto es dulce y nutritivo, tiene retoños que son comestibles y su sabia se transforma en miel, sus semillas son combustibles y se usaban para la fundición, mientras que el tronco de esta palmera, tiene gran elasticidad y se emplea para la construcción de balsas.

En la cosmología hindú se asegura que el monte Meru está hecho de oro y que se eleva por encima de todas las montañas terrestres, y que en su ladera nace un manzano capaz de dar sombra a un continente, siendo su fruta madura la corriente del río Jambu cuya agua produce la inmortalidad. Este lugar mítico se ubica en los Himalayas, siendo la fuente del Ganges (río sagrado para el Hinduismo), el posible Jambu. Igualmente, en la mitología china, bastaba haber practicado toda la vida el taoísmo y comer el melocotón de la inmortalidad que se encuentra en los jardines que rodean el palacio de nueve pisos de la Dama-Reina de Occidente.

Cristóbal Colón, al tocar suelo en el golfo de Paria en 1498, observó que los indígenas veneraban un arbusto al que llamaban precisamente “árbol de la vida”. Según ellos, de sus frutos había vuelto a nacer el género humano después de ser destruidos por un gran diluvio, del que sólo se salvaron un hombre y una mujer. Además, en México, el padre Bernabé Cobo hablaba del “árbol de la inmortalidad” que teñía de azul las aguas. Fernando Oviedo habló de otro árbol “que de su fruto sacan agua muy clara con la que los aborígenes se lavan las piernas y a veces toda el cuerpo”. Asimismo, los nativos maquiritanas que dominaban el Orinoco venezolano, contaban a los misioneros católicos que en el macizo de Duida, el Marahuaka, había un árbol mítico o “Árbol del Mundo”, caído al suelo después de que se presentara una gran inundación.

Nuevamente Juan, el teólogo, en el libro de las Revelaciones, habla de la “Jerusalén Celestial”, donde “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida…y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (22,2). O también: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad” (13). Jesús promete que los que salgan vencedores tendrán parte del “árbol de la Vida”. En el Génesis, se les prohibía a los seres humanos comer del “árbol de la vida”. En ese momento, era símbolo del pecado, de la desobediencia. Ahora, en cambio, el “árbol de la vida”, que está en la morada celestial, es símbolo de la vida eterna que el Altísimo dará a los siervos fieles.

V. EN BUSCA DEL PARAISO PERDIDO

La palabra “Paraíso” no aparece en el texto veterotestamentario, sin embargo, se ha relacionado con el término “Paridaiza”, o “Recinto de los Dioses” abierto solo a los príncipes del antiguo imperio persa. Para los musulmanes en su libro sagrado del “Corán”, describen un “Paraíso” donde los fieles devotos de Alá, vestirán esplendidos ropajes, disfrutarán de jardines con árboles frutales surcados por ríos de leche, agua, miel, vino; y estarán servidos por hermosísimas mujeres vírgenes llamadas las huríes.

A lo largo de la historia han sido muchas las personas que han querido hallar el “Paraíso perdido”. Hay quienes lo buscaron en Etiopía, aunque sin éxito. El historiador judío Flavio Josefo (siglo I d. de C.), sitúa el Paraíso terrenal en la Tierra del Edén, más allá de un Gran Océano. Para los esenios, lo mismo que para los antiguos griegos, el Paraíso estaba ubicado en una vasta extensión marina, en un clima agradable, sin lluvias, sin nieves y sin calores excesivos; bajo una perpetua y suave brisa marina. Cuenta cierta leyenda piadosa que en el siglo VI, el monje irlandés, Brendan “el navegante”, lo encontró en una isla del sudoeste en el océano Atlántico, a la que llamó “Isla de los Bienaventurados”, donde vivió siete años antes de volver a su patria. En cambio, otras historias afirman que se oculta en una elevada montaña.

El ya mencionado Cristóbal Colón, en su tercer viaje al Nuevo Mundo (1498-1500), dijo: “Parece como si esta tierra (El Orinoco) fuese el Paraíso terrenal, pues se ajusta a la descripción de los santos y sabios teólogos”. Del mismo modo, Louis Antoine de Bougainville, explorador francés del siglo XVIII, cuando llegó a la isla de Haití, escribió más tarde: “Pensé que me hallaba en el jardín del Edén”. Bougainville abandonó la isla ansioso por dar a conocer al mundo el “Paraíso Perdido”. Cuando termino su travesía de tres años alrededor de la Tierra, publicó un relato de sus aventuras. El libro, que fue un éxito de ventas, dio vida nuevamente al mito de que aquella exótica isla concordaba con la narración bíblica.


VI. ENOC Y ELIAS EN EL EDEN

En la Edad Media los monjes del claustro de Saint Mathieu, en la Baja Bretaña, opinaban que el verdadero Edén estaba situado en una Isla al extremo del mundo, más allá del Gran Océano, donde vivían los profetas Enoc y Elías, rodeados de algunos ángeles fieles al Señor. Aquí fue llevado con vida Henoc por Dios (Génesis 5,24; Eclesiástico 44,16); en compañía del profeta Elías, cuando fue arrebatado en un “carro de fuego” a orillas del río Jordán (2 Reyes 2,11). Ellos dos volverán a la Tierra en los tiempos que han de preceder antes del fin del mundo. Sostendrán a los justos que se hallen en peligro de sucumbir de las terribles persecuciones del Anticristo (Apocalipsis 11,1-6). No obstante, las opiniones son divididas, ya que para otros exegetas, la descripción de los “dos testigos” en el libro de las Revelaciones, concuerda más bien con “Moisés” y “Elías”, en cuanto representan la Ley y el profetismo. Los mismos y con la misma representación aparecen en la “transfiguración de Jesucristo”, según los relatos evangélicos (Véase Mateo 17,1-13; Marcos 9,1-12; Lucas 9,28-36).


VII. EL PARAISO CELESTIAL

En el Nuevo Testamento, el “paraíso” que menciona la palabra de Dios es el cielo, como el que le promete Jesús en la cruz al buen ladrón (Lucas 23,42-43), y no un paraíso venidero en la tierra. Así lo da a entender el apóstol Pablo: “Conozco a un hombre que cree en Cristo y en que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu, Dios lo sabe. Pero sé que ese hombre fue llevado al paraíso” (2 Corintios 12,2-4). El libro del Apocalipsis agrega: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida; el cual está en medio del paraíso de Dios” (2,7).


EL ARCA DE NOE

El libro del Génesis (8,4), relata que el arca de Noé se halla sepultada en los glaciares del monte Ararat, en la república de Armenia. A lo largo de los siglos, diversas expediciones han intentado recuperarla. Antes con la fuerza del empeño, hoy con los recursos de la tecnología moderna: fotografías tomadas por el satélite explorador Erts, desde una altura de 675 kilómetros sobre la montaña, han confirmado la existencia de lo que parece ser un barco antiguo sepultado por el hielo.

El Ararat está situado al norte de la meseta de Anatolia, en Turquía oriental, a pocos kilómetros de la frontera entre Irán y Armenia. En medio de la planicie destaca este nevado volcánico de 5.156 metros de altura. Su nombre es de origen armenio arcaico y traduce “Madre del Mundo”, lo que sugiere que allí surgió la actual especie humana o que allí se preservó a la humanidad de su extinción total. Los turcos lo llaman “Agri-Dagh”, que significa “Montaña del Arca”; mientras los persas le dieron el nombre de “Kuk-i-Nouh”, es decir, “Montaña de Noé”.

Los primeros cristianos que vivieron en Armenia levantaron un templo que llamaron “del Arca”. En el siglo I y II se acuñaron medallas con dibujos del navío y del Patriarca Noé. Con el correr de los tiempos, diversos viajeros de Asia Central señalaron la presencia de una inmensa embarcación próxima a la cima del monte.

Desde hace siglos, los nativos de la región afirman haber sustraído trozos de brea o betún que pudo servir de aleación o pegante, y que según el Génesis (6,14), se utilizó en la construcción de la nave. Los trozos obtenidos sirvieron como reliquias protectoras de todo mal y peligro. Sin embargo, para otras comunidades del área la montaña es misteriosa y mágica, debido a que el Ararat absorbe toda el agua de la tierra y de la que cae de las lluvias, sin dejar una sola gota en el seco territorio que la rodea. Cada veinte años, mas o menos, una oleada de calor intenso barre la región, y durante este período es cuando se ha observado la presencia de una barca, sobre todo en los meses más calurosos: agosto y principios de septiembre.

La primera persona que dijo haber encontrado el “barco bíblico” fue San Jacobo, monje del monasterio de Ecimiadzin, en el siglo VII. Según su relato, por inspiración divina halló en medio de la nieve que cubre el Ararat una tablilla del arca, que aún se conserva dentro de un suntuoso relicario como uno de los más preciados tesoros del catolicismo armenio.

Doce siglos después, en 1840, por causa de un terremoto que sacudió el nevado, se produjo un desplazamiento del glaciar bajo el cual está sepultado el navío. Esto fue aprovechado por las autoridades turcas para enviar una expedición que llegó hasta los restos de un barco muy antiguo enterrado bajo cinco metros de hielo.

En agosto de 1883, cuando una fuerte erupción del Ararat atrajo la atención de algunos científicos turcos. Mientras estaban trabajando en lo alto del macizo, vieron una viga de madera que surgía del glaciar y que parecía tener unas mediadas enormes. Como estaba incrustado en un profundo despeñadero, los hombres tuvieron que hacer grandes esfuerzos para llegar a los pies de los restos de la embarcación. Según comunicaron, la madera todavía estaba en buen estado. Cuando entraron en su interior reconocieron la existencia de tres niveles de una altura de catorce metros, 133 metros de largo por 22.5 de ancho, medidas que concuerdan casi con toda exactitud a las registradas en las Sagradas escrituras (Génesis 6,15-16).

En 1892, se hizo otro escalamiento que incluía al abate Nourri, archidiácono del patriarcado de Babilonia y jefe supremo de todos los cristianos nestorianos de Malabar, India. En esta ocasión el ascenso se llevó a cabo por la parte noroccidental del monte, que es mucho más difícil de llegar y por lo tanto menos explorada. Los expedicionarios aseguraron haber llegado hasta el punto donde se encuentra la proa del arca, y haber penetrado en su interior. Además, dijeron que la nave se encuentra tumbada de costado y casi cubierta por el hielo. El alto jerarca eclesiástico prometió regresar al Ararat para demostrar a los incrédulos la realidad del hallazgo, pero murió pocos días antes de emprender su segundo cometido, llevándose a la tumba el secreto de su ubicación exacta de la barca de Noé.

Dos decenios después, en 1916 y hallándose en plena Primera Guerra Mundial, el aviador ruso Vladimir Roskowiky sobrevoló el macizo y afirmó haber avistado en la ladera occidental, a unos cuatro mil metros de altura, un barco cubierto por el hielo. Dijo además que estaba de costado. Otros pilotos testificaron el hecho, lo cual despertó el interés del zar Nicolás II, quien organizó una nueva excursión con 150 científicos. Su misión consistía en medir, fotografiar, analizar y tomar pruebas de la madera del arca. Los científicos hicieron un bosquejo de la ubicación de la nave, pero cuando el informe llegó a San Petersburgo, había estallado la revolución bolchevique de 1917. Los documentos más importantes desaparecieron en medio de la confusión.

Durante la II Guerra Mundial (1939-1945), el mayor soviético Jaspar Maskelyn, en uno de sus vuelos de reconocimiento al Ararat tomó dos fotografías del legendario barco. Pero el régimen comunista ordenó que los documentos y testimonios sobre la existencia del navío no fueran publicados en la gran Enciclopedia Soviética, bajo el argumento de que el mito del arca de Noé debe ser rechazado por la ciencia moderna.

Al finalizar la guerra, la zona fronteriza sobre la que se sitúa el monte Ararat fue vedada por mandato militar, lo que impidió nuevas incursiones a la cima. Sin embargo, en 1952 un ingeniero llamado George Jefferson Greene voló sobre el sitio sobre la ladera norte de la montaña, aquí distinguió la forma de un barco encallado en un barranco, entre una pared rocosa y un precipicio, y tomó alrededor de 30 fotos, pero no pudo conseguir financiamiento para volver, y en 1962 fue asesinado en las Guayanas Británicas, perdiéndose para siempre las fotos que demostraban su descubrimiento.

Por su parte, en 1955, el francés Ferdinand Navarra obtuvo la prueba más contundente sobre la veracidad de esta antigua embarcación. Tras una expedición llena de peripecias y sufrimientos, el investigador francés en compañía de su hijo, pudo sustraer el extremo de un madero de 1.50 centímetros de longitud, ennegrecido por el betún. El valioso leño fue sometido por dos institutos científicos independientes a la prueba del Carbono 14. Este dio al madero una antigüedad de unos cinco mil años de existencia. Esto coincide con la época en que los geólogos estiman que se presentó un diluvio, a consecuencia de un gran desbordamiento de los ríos Tigris y Eufrates, en la Mesopotamia. Asimismo, ha sido confirmado por un grupo de investigadores de la National Geographic Society, quienes cerca de la población de Sinop, al norte de Turquía; encontraron indicios de que dicha zona estuvo habitada, antes de que toda esta región sufriera una inundación que dio origen a lo que hoy es el Mar Negro. Después de la odisea de explorador francés, tres años más tarde el turco Bulent Atalay también descendió de la “montaña sagrada” trayendo una tabla parecida a la anterior.
En 1965, un aviador turco tomó la mejor foto, en ella se observa la forma ovalada de lo que parece ser un barco sumergido por el hielo. La más reciente prueba sobre el particular, la obtuvo en 1992 el investigador italiano Angelo Priego. Este aseguró haber localizado el navío bíblico a unos 4.600 metros de altura. Priego dice que la nave está sepultada en el glaciar, entre dos peñascos.

A pesar de todos estos resultados, el veredicto final todavía no se tiene. Y pareciera que “Agri Daga” o la “Montaña del Arca”, no quisiera desvelar su secreto. El Pico nevado es escenario de frecuentes y peligrosas avalanchas, de caídas de rocas, de tormentas y vientos huracanados que han hecho desistir a más de un intrépido montañistas en su empeño por desvelar una incógnita de más de cinco mil años.


IDOLOS E IMAGENES SAGRADAS

I. ACLARACION BIBLICA

¡Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y demás cristianos acusar a los católicos de adorar imágenes!, Lo que está prohibido en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento, cuando leemos: “Tenga, pues, mucho cuidado de no caer en la perversión de hacer figuras que tengan forma de hombre o de mujer, ni figura de animales, aves, reptiles o peces. Y cuando miren al cielo y vean el sol, la luna, los estrellas y todos los astros, no caigan en la tentación de adorarlos” (Deuteronomio 4, 15-19). Así como también en el Nuevo Testamento: “Y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles...ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador” (Romanos 1,23.25); “No debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres” (Hechos 17,29).

Para entender este decreto divino tenemos que situarnos en el contexto histórico, geográfico, cultural y religioso; en el momento en que se escribió este libro del Pentateuco y la epístola de San Pablo, cuando solamente el pueblo judío, y los cristianos, como herencia de la Antigua Alianza; rendían tributo al único y verdadero Dios revelado a Moisés en el monte Horeb (Exodo 20,3). Por el contrario, las otras civilizaciones y pueblos antiguos que vivían en la región de la Mesopotamia, adoraban falsos dioses (Josué 24,14). Al igual, que muchos ídolos del Canaán (Salmo 106, 38), y de otros pueblo paganos (Jueces 10,6). Todos ellos eran imágenes hechas para adorarlos (Hechos 7, 43).


II. LOS IDOLOS EN LAS CULTURAS ANTIGUAS

El principal de todos que rivalizaba con Yahvé, era Baal que significa “Amo o Señor”, dios de los cananeos representado en forma de buey, y que fue sometido a la prueba del fuego por el profeta Elías En el monte Carmelo (1 Reyes 18,20-40). Baal era una deidad de la fertilidad, a quien se le atribuía el poder de la lluvia y las cosechas abundantes. Es probable que muchos de sus adoradores le lanzaran besos a una estatua suya o se arrodillaran ante ella, para incitarlo a que bendijera sus sembrados y sus ganados; además, acostumbraban hacerse cortes en sus cuerpos hasta sangrar (1 Reyes 18,28).

Cuando en las Sagradas Escrituras se emplea el plural “baales”, se trata de varios ídolos, algunos de ellos eran locales o de la región.

Marduk, el primer dios del panteón babilonio, su semejanza con El Dios Verdadero es causa de los ataques que contra él se menciona en el Antiguo Testamento, se le dedicó la famosa torre de babel. Era imaginado como un dragón.

Rah, dios-sol egipcio, se le rendía culto en Heliópolis. (Amón) era el mismo dios en Tebas (al sur del Cairo), representado también como un carnero o ganso. Asimismo, El faraón Akenatón intentó sin éxito establecer a Atón, el disco solar, como deidad única. En Persia (hoy Irán), había otro dios solar conocido como Mitra, su culto se difundió en el Imperio Romano. Shamash, dios asirio-babilónico que representaba el mismo astro solar. La estrella del dios Refán (el planeta Saturno, adorado por los asirios), (Hechos 7,43); Amun, deidad lunar egipcio al igual que Nanna para los sumerios; Anu, dios asirio –babilónico del cielo y Hadad, dios de la tormenta para los arameos.

Horus, dios solar representado como un halcón o un hombre con cabeza de halcón. Esta ave era utilizada para la caza de pájaros de presa. Los egipcios los sacrificaban para pedir favores a los dioses, como sanación física

Tot, dios de la lluvia y el trueno, era imaginado con cabeza de ibis (ave zancuda), mono o de perro. Los antiguos egipcios creían que el ibis se alimentaba de los reptiles que infestaban el País. Igualmente, el búho era el animal sagrado de la diosa griega Atenea

Moloc, dios de los amonitas con cabeza de toro y cuerpo de hombre, divinidad principal de Biblos, su culto estaba muy extendido en Canán y en las colonias fenicias (1 Reyes 11,7). El toro o buey de Apis, adorado sobre todo en Menfis, se embalsamaba y se colocaba en tumbas como las encontradas cerca del Cairo. En Creta era un animal sagrado, como se observa en el museo de Herakleion, de una bella escultura hallada en Knossos, de la cabeza de un toro en esteatita con cuernos de oro. Para los griegos, el Minotauro era un monstruo legendario con cuerpo humano y cabeza de bovino. El famoso “Becerro de Oro”, representaba la imagen del Señor; echo con las joyas del pueblo y que adoraron Aarón y los hebreos mientras Moisés estaba en la “montaña sagrada” (Éxodo 32, 1-8). Se han descubierto réplicas de este ídolo como en la ya descrita ciudad costera de Biblos, en Fenicia (Líbano), y en las ruinas de la antigua ciudad portuaria de Asquelón (Israel); donde los arqueólogos desenterraron un becerro de 12,5 centímetros de longitud hecho de bronce, cobre y posiblemente plomo y plata, el ídolo data del 1550 a. de C., antes de la conquista israelita de Canaán. Otros eran Hator, diosa de la antigua casa real egipcia bajo la forma de una vaca entre cuyos cuernos lucia el disco solar. Jatón, diosa egipcia mujer con cuernos de vaca. Banaded, deidad egipcia en forma de carnero

Yapet, la serpiente demonio. Al lado de la diosa cobra Ua Zit, deidad femenina del Bajo Egipto en los tiempos predinásticos. La cobra era también el emblema de la realeza para esta cultura. Los faraones tenían la costumbre de colocar una representación de la serpiente sagrada Wadjet en sus tocados. La Biblia menciona a una enorme serpiente que fue destruida por el profeta Daniel (14, 23-27). Este reptil era considerado como una divinidad dadora de vida, para los mesopotámicos, griegos y romanos; entre los sumerios se conocía la figura de la serpiente enrollada en una varilla como señal de vida. Representación que persiste aún en la medicina y la farmacología. Del mismo modo, la serpiente era el símbolo de la religión de Canaán, país en el que vivió el pueblo de Dios, era considerada por los judíos como la representación del mal; porque es traicionera, venenosa y mata con su picadura.

Sebek el cocodrilo. Estos animales limpiaban el río Nilo de la carroña. La antigua cultura egipcia aparte de los faraones también momificaban a los cocodrilos; como se han encontrado en algunos sarcófagos de las pirámides y tumbas del valle de los reyes y de Gizah.

Heqt, dios egipcio bajo la figura de una rana

Anubis, dios de los muertos con cabeza de chacal y cuerpo de hombre; como se observa en una pintura funeraria del museo británico. Seth, se le identificaba en el país de los faraones como una especie de cánido de cola ahorquillada, con las orejas recortadas, y el resto del cuerpo de un hombre. En la mitología griega estaba Cerbero, perro con tres cabezas y guardián de los infiernos

Bastet, la diosa egipcia en forma de gata. Se conserva una estatua de bronce del siglo VI A.C., Los gatos perseguían a las ratas que eran unas verdaderas plagas en las ciudades, en las aldeas y en los sembrados. Estos felinos eran sagrados y se castigaba con la pena de muerte, a aquel que los matara, así fuera accidentalmente. Cuando un gato querido moría, se le momificaba y se lo sepultaba en terreno sagrado. Debajo de las tumbas se les dejaba pequeños recipientes con leche y juguetes para que pudiera beber y jugar en el otro mundo. En la isla de Chipre se encontró la estatuilla de un gato similar a figuras de piedra y arcilla halladas en Siria, Turquía e Israel

La Esfinge, monstruo legendario originario de Egipto. Híbrido de gran poder compuesto generalmente de cuerpo de león y cabeza de faraón, o a veces de animales como el carnero y el halcón. La más célebre se encuentra en Gizah. Fue a menudo la imagen del rey para los antiguos egipcios.

Dagón, ídolo de los filisteos y de otras naciones mesopotámicas, con figura humana hasta la cintura, y terminando en forma de cuerpo de pez (1 Samuel 5,4). Tenía en Asdod un templo, adonde llevaron los filisteos el Arca de la Alianza después de quitársela a los israelitas, y cuando la introdujo la figura del ídolo cayó dos veces al suelo y en la segunda se hizo añicos. El otro lugar de culto estaba en Gaza, y fue destruido por Sansón (Jueces 16,23ss). Los arqueólogos han encontrado en la región de la Mesopotamia los restos de seis templos en honor a Dagón, Istar, la diosa de la fertilidad, y de Shamsah, el dios sol. Originalmente, estos lugares de culto tenían una estatua de la deidad a la que se hacían ofrendas y súplicas. Los devotos colocaban imágenes de sí mismo en las que se representaban sonrientes, orando en los bancos del santuario, pues creían que así prolongaban el acto de adoración que rendían.

Milcom, dios de los amonitas que tenía una corona de oro de un talento (1 Crónicas 20,3); Y a quien el rey Salomón edificó un santuario en Jerusalén (1 Reyes 11,5).

Atum, dios egipcio con apariencia de un anciano creador del universo y del más allá. Según el Libro de los Muertos, al final de los tiempos aparecerá en forma de una serpiente. Osiris, una de las deidades principales del panteón egipcio, es el primer rey divino en Egipto. Ptah, creador de los dioses y seres humanos, es también señor de la ciudad de Menfis, se le representaba como un hombre con una vestidura ceñida, con gorro, cetro y alas. Amón, dios rey egipcio, tenía forma humana, con una corona y dos plumas.

La mitología Griega y Romana adoraban en santuarios y templos a dioses con figuras humanas que vivía en una especie de panteón llamado el Olimpo, Como Zeus y Hermes para los griegos (Hechos 14,11-12). Durante el reinado de Antíoco Epífanes IV, hizo erigir en el Templo de Jerusalén en el año 168 A.C., un altar pagano en honor de Zeus, intentando erradicar la fe judaica. Este acto de impiedad y de sacrilegio fue lo que motivaron la insurrección de los hermanos Macabeos. Otra “abominación” similar del emperador Calígula fue cuando quiso levantar su estatua en el mismo Templo Sagrado. Murió antes de que su orden fuera ejecutada. En Atenas, famoso centro de la filosofía y de culto pagano, fue aquí en el segundo viaje de Pablo que predicó en el Areópago (Hechos 17, 19-23). El monumento al “dios desconocido” no ha sido encontrado por los arqueólogos (Comparar con 1 Tesalonicenses 1,9).

Los faraones eran embalsamados y colocados en tumbas dentro de las pirámides. En el Libro de los Muertos (1500 A.C.), narra el viaje celestial del faraón, en forma de pájaro -oca, garza real o halcón, langosta o escarabajo –ayudado por los dioses, para convertirse en viaje al más allá en un dios. Los escarabajos eran momificados como talismanes de los faraones y símbolo de la resurrección e inmortalidad en el antiguo Egipto. Mélec, que significa ‘’rey”, y se aplica en el Antiguo Testamento como título a varios dioses legendarios (Isaías 57,9).

Los emperadores romanos siguiendo la costumbre de los monarcas griegos eran considerados como "semi dioses” o “hijos de los dioses”. En sus monedas eran acuñadas con una corona radiante. Los aclamaban con las mismas palabras con que invocaban a un dios, con himnos y cantos, atribuyéndose los títulos de “Soter” (Salvador), “Dominus et Deus” (Señor y Dios) o “Divus Augustus” (Divino Augusto). Además, se le erigían altares y templos donde se le ofrecían sacrificios.

La “Gran Madre” o “Diosa Madre” aparece en la antigüedad con varios nombres: la “diosa reina del cielo” en Egipto (Jeremías 44, 16-19), al lado de Asera, diosa cananea de la fertilidad, en el Antiguo Testamento se le identifica con los postes simbólicos de madera o troncos de árbol esculpidos en forma femenina (Deuteronomio 16,21). Astarté (Venus semita), se le rendía tributo junto con Baal (Jueces 2,13); Ishtar, en Babilonia; Anath, en Fenicia; Isis en Egipto; Gea y Demétre en Grecia; en Creta estaba ligado al de la serpiente, animal mágico; la diosa Buho como una mujer con cabeza de pájaro, símbolo de regeneración. Y otras muchas deidades femeninas como: Artemisa, para los griegos, o Diana, para los romanos, cuyo culto estaba muy arraigado en Efeso (Turquía); su templo estaba considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, era adorada en esta ciudad y en toda Asia (Hechos 19,27). La estatua de la diosa del amor Venus, en el nombre latino de la diosa griega Afrodita, que fue encontrada en 1821 por un campesino de la Isla de Milo. Esta hermosa escultura conocida como la “Venus de Milo”, se puede apreciar en el museo del Louvre (París). Atenea, en Grecia igual a Minerva, en Roma; la diosa griega Hera; Ninli, en Mesopotamia; Nidaba, en Sumeria; Sin en Babilonia y demás.

Esculapio, dios griego de Pérgamo que obraba milagros a favor de los enfermos, y por eso se le daba el título de “salvador”. Esto les disgustaba mucho a los primeros cristianos. Por eso Jesús resucitado en el libro de las Revelaciones llamó a esta ciudad de Asia menor como el lugar donde “Satanás tiene su trono” (2,13).

Estos ídolos de los paganos eran elaborados con “oro, plata, Bronce, hierro, madero y piedra” (Daniel 5,4), “tienen boca, pero no pueden hablar, tienen ojos, pero no pueden ver” (Salmo 115, 4- 8). “El que funda una estatua para adorarla como si ella fuera un dios, pierde su tiempo (Isaías 44,10), ya que son verdaderos “altares de los demonios” (2 Reyes 23,8), “que no sirven para nada” (Jeremías 2,11), ni pueden salvar (Isaías 45,20), “imágenes engañosas y sin vida” (Jeremías 51,17). El apóstol San Juan recalca que hay que cuidarse de los “dioses falsos” (1 Juan 5,21), “Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos” (Apocalipsis 96,5). Mientras que San Pablo agrega “los dioses hechos por los hombres no son dioses” (Hechos 19,26), “un ídolo no tiene valor alguno en el mundo” (1 Corintios 8,4). Por esta razón, hay que pasar “de los ídolos a Dios” (1 Tesalonicenses 1,9).


III. CONDENACION DE YAHVE A LA IDOLATRIA

Hay tres razones por las que La Biblia condena este tipo de culto:

1. Porque era algo detestable ante los ojos del Todo Poderoso: ‘Yo soy el Señor, ése es mi nombre, y no permitiré que den gloria a ningún otro, ni que honren a los ídolos en vez de a mí” (Isaías 42,8), El es “un Dios celoso” (Éxodo 34,14). Los profetas escarnecían y ridiculizaban a los otros dioses y a los ídolos que adoraban los otros pueblos. En ocasiones los llamaban ídolos “repugnantes” o “abominaciones” (1 Reyes 11,5). Cuando los judíos no querían pronunciar el nombre de un falso dios o ídolo, simplemente se referían a ellos como “oprobio”, “vergüenza”, “apostasía” o “fornicación” contra Dios. Los historiadores bíblicos han descubierto que la adoración de Baal, Astoret y otros dioses cananeos; consistía en orgías en sus propios templos, con sacerdotes castrados, la prostitución sagrada y toda clase de placeres mundanos (1 Reyes 12,24; 15,12; 22,47; 2 Reyes 23,7).

2. Porque el pueblo judío llegó o introducirlos en el templo sagrado de Jerusalén, la ciudad escogida entre todas las tribus de Israel (1 Reyes 11,32), después de que el rey Salomón en su vejez Cayera en la idolatría (1 Reyes 11, 4; Jeremías 7,30, Nehemías 13,26); lo que duró hasta la reforma en el reinado de Josías (2 Reyes 23,4).

3. Porque los israelitas les ofrecieron en su honor vino y cereal (Isaías 57, 6), tortas (Jeremías 7,18), incienso en altares de ladrillo y sobre los montes (Isaías 65, 3.7); Sacrificaban toros, mataban hombres, degollaban ovejas, desnucaban perros y derramaban la sangre de los cerdos (Isaías 66,3). Incluso, “han sacrificado en el fuego a sus propios hijos” (Ezequiel 23, 37). A Moloc (o Mólek), los hebreos llegaron a tributarle esta clase de sacrificios en el valle de Ben-Hinom (o Gehena), situado al sur de Jerusalén (Jeremías 32,35). En las antiguas tierras del Canaán (lo que hoy es Israel y el Líbano), hace unos 3500 años atrás, la estatua de bronce de este ídolo con los brazos extendidos, se ponía un horno al rojo vivo y las víctimas (niños primogénitos), eran arrojadas al interior (Deuteronomio 12,31). La arqueología ha encontrado en Cartago, campos de urnas conteniendo esqueletos de infantes recién nacidos calcinados. Culto semejante hubo en toda el área mediterránea.

Fueron estas las causas por las que el Señor castigó ejemplarmente a Israel (Jeremías 44, 22-23).


IV. LAS IMÁGENES SAGRADAS EN EL JUDAISMO


El mismo Dios del cielo le ordenó a su pueblo construir figuras con fines curativos, sagrados y decorativos; como:

La “serpiente de bronce” que fue utilizada como antídoto contra la mordedura de estos reptiles en el desierto del Sinaí (Números 21, 8). Esta imagen estuvo doscientos años en el Templo de Jerusalén, hasta que el rey Ezequías mandó destruirla, porque los hebreos la llamaban Nejustán, idolatrándola y ofreciéndole sacrificios de incienso (2 Reyes 18,2-4).

La Menorá, candelabro de siete brazos que se colocó en el interior de la Tienda Sagrada y después en el Templo de Jerusalén, tenía grabadas flores de almendro (Exodo 25,33), ardía frente al Arca de la Alianza. En Tierra Santa es el símbolo de la ley, la luz de Dios que ilumina a su pueblo escogido. En la antigua Jericó se descubrieron las ruinas de la sinagoga de Noara. Allí se halló un mosaico de la menorá, con la inscripción hebrea “Shalom al Israel” (La paz con Israel).

El “Sello” o “Estrella de David”, es un símbolo de origen bíblico (Génesis 49, 1-10; Números 24,17), aunque se desconoce en que circunstancias pasó a ser el emblema nacional del estado de Israel, utilizado en monumentos y en su bandera.

En el museo nacional de Damasco, se encuentra unos treinta paneles pintados que hacen alusión al tema de la restauración y la salvación del pueblo hebreo, la venida del Mesías, al igual que imágenes de los patriarcas, de Moisés y el éxodo, de la pérdida del arca sagrada y su recuperación, del rey David y la reina Ester. Los eruditos bíblicos han relacionado estas representaciones artísticas con las Biblias ilustradas, que empezaron a circular durante los siglos II y III D.C., y que indica que el arte religioso católico tuvo su origen en las fuentes de la religión judaica.

Se han encontrado estatuas, frescos y mosaicos de figuras humanas, de animales y de pasajes bíblicos en antiguas sinagogas que datan del siglo II al VI D.C., en Tíberiades, Beit Alfa, Yeras, Narra, Dura y otras; así como en las tumbas judías de Roma que se adornaban con imágenes (Comparar con Mateo 23,29).

Mical, la esposa del rey David tenía en su casa de Jerusalén una imagen de Terafim, un ídolo doméstico que al parecer tenía el tamaño y la forma de un hombre (1 Samuel 19,12-13). Los hallazgos arqueológicos indican que en tiempos bíblicos, las tallas de Terafim, no solo se usaban con fines religiosos, sino también como títulos de propiedad familiar. Anteriormente, Raquel, esposa de Jacob, había robado un Terafim a su padre (Génesis 31, 19). Con la reforma religiosa de Josías desaparecieron, ya que los judíos le habían relacionado con un talismán para la buena suerte, también tenían amuletos que escondían debajo de la ropa (2 Reyes 23,24).

V. EL TEMPLO DE JERUSALEN

Este recinto sagrado construido por el rey Salomón hacia el siglo X A.C., era llamado como la “casa del Dios verdadero” (2 Crónicas 24,7), “casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56,7), “Santo Templo” (Salmo 68,5) o “templo del Señor” (1 Samuel 1,9.24); era considerado como “una figura del santuario verdadero” (Hebreos 9,24); y estaba adornado en un principio por “seres alados, palmeras, flores, granadas, frutas, leones, toros y guirnaldas” (1 Reyes 6, 18.29.32.34-35; 7,19-20,25. 29.36). El ya mencionado rey judío, hizo dos enormes ángeles de madera de olivo y cubiertos de oro, para que custodiaran el Lugar Santísimo (1 Reyes 6,23. 28-29). Anteriormente, Moisés había dado ordenes a los artistas para Que confeccionaran en el Santuario, diez cortinas de diferentes colores bordadas con dos seres alados (Éxodo 26,1.31-33; 36,8.35); Y todo esto con la aprobación celestial. Es más, en la visión que el profeta Ezequiel tuvo del “templo futuro”, aparecen dos imágenes de un ángel con cara de hombre y otro con cara de león, al lado de más “seres alados y palmeras” (41, 18-20).

El Sagrado Templo (Bet ha-Micdash), estaba dividido en tres partes: el atrio (Ulam), la sala principal del santuario o el lugar santo (Hekal), y el Santo de los santos, allí sólo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año. El “Santo de los Santos” (Sancta Sanctorum), era el lugar de la Shekirá, es decir, de la presencia y de la gloria de Yahvé (Éxodo 29,43-46; 40, 34-38).
Fue además el centro religioso de la nación de Israel, destruido por Nabucodonosor de Babilonia en el 587, es reconstruido por Zorobabel a la vuelta del destierro hacia el 515, rehecho nuevamente por Herodes el Grande, empezando su construcción hacia el año 20 A.C., recibirá en varias oportunidades al Hijo de Dios. Hacia el año 70 de nuestra era, es arrasado por los ejércitos romanos de Tito, solo quedo el llamado “Muro de los Lamentos”, el lugar más sagrado para los judíos hoy en día.

VI. LAS IMÁGENES EN EL CRISTIANISMO

En la Vía Apia situada en los aledaños de Roma, se encuentran las catacumbas (considerados los monumentos cristianos más antiguos), aquí hay diferentes representaciones artísticas de lo sagrado como en la de “San Calixto”, “Domitila” y “San Sebastián”. En su interior se han encontrado imágenes, nichos de tumbas decorados con diferentes motivos, monumentos y murales que representan entre otros motivos algunas escenas bíblicas:

La Virgen María con el Niño Jesús, el pesebre, la visita de los Magos de Oriente, la muerte de Cristo en la Cruz. Según los resultados cronológicos los mismos datan de mediados del siglo II y principios del III, hasta el siglo IV de nuestra era.

En una antigua necrópolis del subsuelo de la basílica de San Pedro, se descubrió un mosaico del techo conocido como “Cristo el Sol de Justicia” (Mateo 25,31; Apocalipsis 22,16).

Jesús, el “buen pastor” (Juan 10; 11), aparece en una lápida sepulcral cristiana de las catacumbas de Domitila, en Roma, de final del siglo III. Esta figura representa algunas características de Jesucristo, Buen Pastor, que guía y protege a sus fieles (las ovejas), con su autoridad (el callado), les atrae con la sinfonía melodiosa de la verdad (la flauta), y les hace reposar a la sombra del “árbol de la vida” (su cruz redentora que abre las puertas al Paraíso).

El “pez”, Los primeros cristianos adoptaron el dibujo de un “pez”, IKHTOS, por corresponder estas letras a las iniciales en griego de “Jesucristo Hijo de Dios y Salvador nuestro”, (Tito 2,13; 2 Pedro 1,1). Del mismo modo, el Divino Maestro les anunció a los primeros apóstoles que en adelante serían “pescadores de hombres” (Mateo 4,18-22). En la catacumba Lucina, se encuentra un mosaico de un pez sosteniendo un canasto con panes, que representa la simbología eucarística (Juan 6,51). Del mismo modo, en la aldea de Tabgha, donde la tradición antigua localiza el sitio de la multiplicación de los panes y peces (Mateo 14,13), se desenterró los restos de una iglesia del siglo IV, que contiene un único y bello piso de mosaico, donde se puede apreciar el pavo real, pájaros acuáticos, flora regional y una cesta con panes y peces, junto al altar.

Se conserva un sarcófago cristiano descubierto en Arlés. Allí está esculpido el Salvador, en medio de dos figuras: la primera muestra a un apóstol, que está junto a él con cinco panes y dos peces puestos sobre un ara; y la otra figura representa una planta, alrededor de la cual se enrosca una serpiente. Los panes y los peces sobre el altar simbolizan el sacrificio eucarístico. La serpiente con sus espirales enroscados alrededor de un tronco, representan el pecado original.

El Ancora o “Ancla de la Esperanza”, el autor de la carta a los Hebreos (6,19), la utiliza para expresar nuestra confianza en el Señor Jesús, y en su sacerdocio eterno “como ancla segura y firme” que da la fe en épocas de persecución, como ocurrió en los cuatro primeros siglos del catolicismo en el imperio de los Césares; la letra E que con frecuencia acompañaba al ancla es probablemente una abreviación para “Elpis”, palabra griega de “Esperanza”.

En las tumbas de los santos mártires, junto al nombre de la víctima aparece la palabra “en Cristo” (Romanos 1,3-4). Igualmente, el Crismón, combinado con el monograma en griego de Cristo (P=Chi – X=Rho), con las iniciales A (Alfa=principio) y W (Omega=fin) (Apocalipsis 22,13). O también epitafios como “Aquilina duerme en paz” (Juan 11, 11-14).

Una mujer sacando agua, este es un primitivo símbolo cristiano que aludía al consuelo que el alma humana encuentra en el cielo (Apocalipsis 22,17). La paloma que representa el alma del creyente. El pavo real, símbolo de la inmortalidad. El alma de los muertos rodeada de aves, flores y frutos, celebrando un banquete en el cielo (Lucas 13,29). El dibujo de una palma, emblema del martirio (Apocalipsis 7,9).

El Águila, en la tradición cristiana simboliza la resurrección y al evangelista Juan. De ahí que en las iglesias católicas, el frontis del púlpito esté esculpido muchas veces la figura de un águila que lleva la Biblia sobre sus alas extendidas (Éxodo 19,4). Igualmente, en algunos baptisterios de iglesias antiguas aparece decorado en el suelo el águila y el pez como emblemas de este sacramento de iniciación cristiana.

Los Santos Padres de la Iglesia como san Juan Crisóstomo, San Ambrosio y San Agustín; puntualizaban que los crucifijos, iconos e imágenes de Jesús, María, los santos y los ángeles; están hechos no para adorarlas, sino para veneradas, y dirigir nuestras plegarias al Altísimo (2 Samuel 22,7).


EL ARCA DE LA ALIANZA


El “Arca de la Alianza”, era un cofre hecho de madera de acacia y recubierta de oro, con dos querubines en la tapa llamada el “propiciatorio” o “lugar del perdón”. En su interior se encontraban las tres grandes reliquias de la “Antigua Alianza”: las tablas de la ley, por eso era llamaba también el”Arca del Testimonio” (Éxodo 32,15; Números 17,10), el bastón milagroso de Aarón y una jarra de oro con parte del maná (Éxodo 25.10-22; Hebreos 9,3-5). En la tradición talmúdica judía a parte de estos tres “objetos sagrados”, se menciona el almohadón del patriarca Jacob, cuando tuvo el sueño de la escalera por donde subían y bajaban los ángeles del cielo.

Era tal su importancia y dignidad que Yahvé descendía en medio de una nube sobre ella, en el lugar más sagrado de la tienda (tabernáculo), cuando los hebreos la llevaban de un lado al otro durante la travesía en el desierto camino a la tierra prometida de Canaán; y después en el templo de Jerusalén en el “Santísimo” o “Santo de los santos” (Sancta Sanctorum) (Levítico 16,2; Hebreos 9, 1-3), aquí se hacían los sacrificios, y El Altísimo daba las órdenes a los israelitas “desde lo alto de la tapa, de entre los dos seres alados” (Éxodo 25,22; Números 7,89), “que representaban la presencia de Dios” (Hebreos 9,5), porque el Señor todopoderoso “tiene su trono sobre los querubines” (2 Samuel 6,2). Esta nube luminosa (Schekji.náh), alumbraba el Santísimo; de hecho, era su única fuente de iluminación. El sumo sacerdote se beneficiaba de ella cuando entraba en dicha cámara sagrada en el día de Expiación, y comparecía ante la presencia de Todo Poderoso.

En esta fiesta judía que se celebraba una vez al año, el sumo sacerdote se acercaba al altar que estaba en el patio del templo y ofrecía un toro para expiar los pecados de los sacerdotes. Más tarde, entraba en el santuario con la sangre del toro, pasaba por las puertas que separaban el patio del Santo y luego por la cortina que dividía el Santo del Santísimo. Una vez en el interior, salpicaba la sangre siete veces enfrente del arca del pacto. Esta ofrenda era por sus propios pecados y los de su casa, es decir, los sacerdotes y los levitas. Luego, siguiendo el mismo procedimiento ofrecía una cabra para pagar por los pecados de las doce tribus no sacerdotales de Israel (Levítico 16,5-15).

Solamente los levitas (ayudantes de los sacerdotes) debían cargar el cofre de la alianza cuando era trasladada en procesión de un lugar a otro (1 Crónicas 15, 1-2), incluso los ejércitos israelitas en sus campañas militares viajaban a cierta distancia de ella (Josué 3,3-4); nadie a parte de los sacerdotes podían tocarla, pues morían en el acto, como sucedió con Uzah, que no era sacerdote, sino al parecer levita (2 Samuel 6, 6 – 7). El propio Josué en compañía de los ancianos de Israel, se postró delante de arca para hacer oración al Señor (7,6), comparar con (2 Crónicas 20,18). Caso contrario fue lo que les sucedió a los tres jóvenes hebreos: Sadrac, Mesac y Abed-Nejo; Quienes no quisieron arrodillarse para adorar la estatua de oro que mandó a construir el rey Nabucodonosor, y que representaba al Estado babilónico (Daniel 3,1-18). Cumpliendo así el mandato de la ley mosaica en Deuteronomio (5,8-9).

Hay un curioso relato bíblico narrado en los capítulos 4,5 y 6 del primer libro de Samuel, cuando los filisteos derrotan a los hebreos en la batalla de Eben Ezer, capturando el objeto sagrado y lo trasladan a su capital para ofrecerlo al dios Dagón. Al poco tiempo la estatua de esta deidad es derribada y destruida por el poder del Arca de Dios, además los filisteos se ven afectados por tumores malignos. Proceden a trasladar el Cofre pero la epidemia sigue sus efectos entre estos paganos, por eso deciden devolverla a sus legítimos dueños sobre un carro guiado únicamente por dos vacas por el camino de Bet Semes. Allí es localizada por unos segadores, que se aproximan demasiado al cargamento, y “El Señor los hirió con gran mortandad”. Setenta hombres murieron hasta que se hicieron cargo de ella un grupo de levitas que condujeron el Arca hasta Quiriat-Jearim, a la casa de Abinadad, donde quedó custodiada por un hijo de éste hasta que el rey David decidió trasladarla a Jerusalén, casi medio siglo después.

Muchas tradiciones rodean este cofre de Dios, el más antiguo símbolo de la fe judía. Después de la destrucción y saqueo del Templo de Salomón, desaparece de la Biblia, y no se supo de su paradero. La última vez que las Escrituras hacen alusión al arca es cuando el rey Josías la trae al templo (2 Crónicas 35,3). Ciertamente estaba perdida desde mucho antes de la construcción del segundo Santuario, sobre su paradero hay varia hipótesis:

a. Según la Misná y el Talmud, fue enterrada en uno de los túneles secretos excavado bajo el monte del Templo. El enterramiento había sido obra del rey Josías, que alertado por una profecía sobre la futura profanación del Santo de los Santos por los babilonios, la ocultó en una gruta debajo del suelo del Recinto Sagrado. Algunos piensan que en el siglo XII uno de los objetivos de los templarios (monjes-guerreros) durante las cruzadas, era recuperar esta reliquia bíblica. Más adelante, en el año 1967, los arqueólogos israelíes comenzaron a excavar un largo túnel en el extremo noroeste del antiguo Monte del Templo, circularon insistentes rumores de que algunos habían vislumbrado el Arca Santa a distancia, pero se les impidió examinarla, ya que las autoridades musulmanas procedieron de inmediato a cerrar su entrada.

b. Una leyenda tardía se refiere cómo el profeta Jeremías ocultó secretamente el Arca y el altar de los holocaustos en una gruta, situada en el “monte al que subió Moisés para contemplar la heredad del Señor”. Ese monte desde el cual el caudillo judío divisó la Tierra Prometida que nunca iba a pisar, es el monte Nebó, un conocido lugar que se hallaba a unos cincuenta kilómetros de Jerusalén, en línea recta. El antiguo monte Nebó, ha sido identificado con el Jaban an-Naba, y se encuentra muy cerca de la frontera con Jordania. En el siglo XX hubo dos tentativas para localizar el escondite de Jeremías. La primera, en 1920, cuando un aventurero norteamericano, Frederick Futterer, rastreó durante varios meses la montaña Nebó y una cumbre vecina, el monte Pisgá. En alguno de los dos, se topó con un pasadizo secreto en donde había una inscripción jeroglífica que una vez descifrada, decía: “Aquí dentro está el Arca de oro de la Alianza”. Pero poco después, el sospechoso explorador desapareció sin dejar rastro, llevándose la inscripción, y no existe constancia de que volviera nunca para rescatar el Cofre de Dios del supuesto pasadizo secreto.

Su pista fue seguida, más de medio siglo después, por un compatriota suyo llamado Tom Crotser, un supuesto experto en arqueología bíblica. En 1981, en una expedición en el monte Pisgá, encontraron el ya mencionado pasadizo donde apareció una cripta con un arca rectangular cubierto de oro y unos bultos envueltos en tela. El extraño objeto no se lo llevó, ni siquiera lo tocaron, pero sí tomaron fotografías de ella. Ya en Estados Unidos informaron a la prensa sobre su descubrimiento, pero no autorizó para que expertos en la materia las analizaran.

c. Aparte de Israel algunos creen que el Cofre de la Alianza fue llevado a Yemen (Actual lugar cercano a Etiopía), o bien por la reina de Saba; o por el príncipe Menelik, hijo del rey Salomón con la mencionada monarca; o por un grupo de sacerdotes para que no cayera en manos de los idólatras; y fue traslada a este país, donde había una colonia de judíos de raza negra llamados los “falashas”, identificados con la tribu perdida de Israel. En Etiopía las tradiciones orales de los monjes coptos aseguran que el Arca estuvo en varios lugares hasta llegar a la región de Aksum, donde fue depositada en la iglesia de Santa María de Sión, tres veces destruida y tres veces reedificada. Allí se encontraría en la actualidad dentro de un laberinto de pasajes subterráneos custodiada durante siglos por los llamados “guardianes del Arca”.

Sea cual fuera el destino de la precisada reliquia del Antiguo Testamento, lo cierto es que la llamada “Arca del Pacto”, es mencionada nuevamente en el Apocalipsis, donde la ubica en el templo de Dios en el cielo (11,19).

Después del exilio y hasta el presente, las sinagogas judías han venido teniendo un arca (Aron Kodesh) para guardar los rollos de las Sagradas Escrituras (La Toráh), usados en su liturgia. El receptáculo está separado del recinto principal por una cortina, excepto cuando se sacan solemnemente los rollos para pasearlos alrededor de la congregación y darles lectura desde el púlpito (Bema). Esta tradición se remonta al velo del Santuario que era una cortina amplia que separaba el Templo propiamente dicho del “Santo de los santos”.


MARIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

! Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y demás cristianos acusar a los católicos de adorar a “María “ como si fuera una “Diosa”!. Desobedeciendo así el primer mandamiento de la ley de Dios dado a Moisés en el monte Sinaí, que dice: “Adorarás al señor tu Dios y sólo a él darás culto “. (Deuteronomio 6,13), “no tendrás otros Dioses a parte de mí” (Éxodo 20, 3).

La Iglesia Católica ha aceptado fielmente este decreto divino en la persona de “Dios Padre” (Éxodo 20,1) y en “Jesucristo” quien “es la imagen visible de Dios, que es invisible “, (Colosenses 1, 15). “Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es” (Hebreos 1,3). Los católicos no “adoramos” a María, sino que la “veneramos” (Respeto especial), porque es ella la mujer escogida por el Padre Eterno, para que fuera la Madre de su “Hijo Unigénito” pues “la Mujer dio a luz un hijo varón. El cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro” (Apocalipsis 12, 5), comparar con (Lucas 1, 32- 33).

El ángel San Gabriel dice que María es “ la favorecida de Dios” (Lucas 1, 28), y su prima Santa Isabel la llama “Bendita entre todas las mujeres “ (Lucas 1, 42); es también la “nueva Eva”, anunciada desde el principio en el libro del Génesis después de la desobediencia de nuestros primeros padres en e paraíso, cuando “ Dios el Señor” le dijo a la serpiente: “Haré que tu y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia” (3, 15), o también “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamiento de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12,17).

De la vida de María sabemos que era una joven de raza Judía de unos 15 años de edad, que vivía en el pequeño pueblo de Nazaret (Israel), y estaba comprometida en matrimonio con José, descendiente del rey David (Lucas 1, 26 – 27), hombre “ justo” o“ santo” (Mateo 1,19). Las Escrituras nos aportan una valiosa información sobre las virtudes en ella, como la confianza absoluta al mandato de Dios, al responder al ángel: “Hágase en mí según tu palabra”, y su humildad llamándose así misma como la “esclava Del señor” (Lucas 1, 38). La concepción del Hijo de Dios, es fruto del Espíritu Santo y el poder del Dios Altísimo, que descansó sobre Ella como una nube (Lucas 1,35); tal cómo sucedía cuando Yahvé descendía en la Tienda del Encuentro del Santuario, construido por Moisés (Éxodo 40, 35). Por eso, la Virgen María es llamada por los teólogos como el “nuevo Santuario”.

El evangelista menciona la pobreza en que vivía con su esposo, ya que “sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su primer hijo, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón” (Lucas 2, 6 – 7). A los ocho días del nacimiento del Niño tenía que ser circuncidado, según la tradición judía, la ceremonia debía efectuarse en el seno de la familia a cargo del padre. La ley hebrea mandaba que desde el nacimiento del primogénito a la purificación de la Madre en el Templo de Jerusalén, transcurrieran cuarenta días; las familias pobres ofrecían al Señor un humilde sacrificio de un par de tórtolas o dos pichones de paloma, como fue el caso de la Sagrada Familia (Lucas 2,24).

Resalta en María su angustia al encontrar después de tres días de desaparecido a Jesús de doce años, sentado entre los doctores de la ley en el Santuario de la Ciudad Santa (Lucas 2, 48), guardando todas estas cosas en su corazón (Lucas 2, 51). La fidelidad a su Hijo en las bodas de Caná, al indicarle a los que estaban sirviendo el vino “Hagan todo lo que Él les diga” (Juan 2,5); Y en el Pentecostés, cuando recibe el Espíritu Santo en forma de llamas de Fuego, en compañía de los once apóstoles, los parientes de Jesús y otras mujeres (Hechos 1, 12 – 14).

El dolor de toda buena Madre al ver a Cristo clavado en la cruz lleno de heridas y golpes en todo el cuerpo (Juan 19, 25; Isaías 52, 13 –14), hasta el punto que era como si una espada le traspasara su alma. Cumpliéndose así la profecía de Simeón, cuando el pequeño Jesús fue presentado por sus padres en el templo de la Ciudad de Dios, según la ley mosaica (Lucas 2,22-35; Juan 19,31-34). Sin embargo, y a pesar del agotamiento físico y la cruel agonía en el madero, el Mesías antes de Morir sacó fuerzas suficientes para encomendar su cuidado a Juan, el “discípulo amado”, quien “la recibió en su casa” (Juan 19, -27).

Por todos estos argumentos bíblicos, la Iglesia Católica reconoce que María es la “madre del Señor” (Lucas 1,43), quien tomó la naturaleza humana al nacer de su vientre para traer la salvación a toda la humanidad (Gálatas 4,4; Filipenses 2,6-8). La Santísima Virgen proclama que todas las generaciones la llamarán “Bienaventurada”, porque el Todopoderoso ha hecho en ella grandes cosas (Lucas 1,48 – 49). María es “Bienaventurada”, no solo por el hecho de haber sido la Madre del Salvador (Lucas 11,27-28), sino por haber sido obediente al decreto divino (Lucas 1,45). Finalmente, en el último libro de la Biblia, llamado el Apocalipsis (o Revelación), la muestra como una “reina radiante” pues “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de dos estrellas en la cabeza” (12, 1).


FRASES CELEBRES EN HONOR DE MARIA

No hay pues, en lo absoluto, otro medio de recibir a Cristo sino por medio de María
Papa San Pío X

La Virgen María ocupa el lugar más alto y más cercano a nosotros, después de Cristo Jesús
Papa Pablo VI

No se puede ser cristiano sin ser mariano
Pablo VI

Contemplemos a Jesús con los ojos de María
Papa Juan Pablo II

Mientras se honra a la Madre, el Hijo es mejor conocido, más amado, mejor glorificado y obedecido
Concilio Vaticano II

La Virgen María es para el cristiano: signo de esperanza segura y de consuelo
Concilio Vaticano II

María es Madre espiritual de todos los que en Jesucristo han puesto su esperanza
Concilio Vaticano II

María despierta en nosotros el corazón filial que duerme en cada uno
Puebla

María es el modelo que cada cristiano se debe proponer para imitar
Puebla
Dios te salve; esperanza del alma, auxilio del cristiano, refugio de pecadores, defensa de corazones fieles, salud de todo el mundo
San Efrén

La Virgen María se parece a la Sagrada Biblia en que trae al mundo aquel que es la Palabra de Dios
San Clemente de Alejandría

No se puede hablar de la Iglesia Católica, si no está presente la Virgen María
San Cromacio

María es auxilio de los que vivimos en la tierra, y alegría de los que ya están en el cielo
San Sofronio

Acuérdate oh María Santa que jamás se oyó decir que alguno te haya implorado sin tu auxilio recibir
San Bernardo

Llegar a Jesús por medio de María
San Bernardo

Ni a Dios le convenía otra Madre que no fuera una Virgen. Ni a una Virgen un Hijo que no fuera Dios
San Bernardo

Bienaventurados los devotos de la Santísima Virgen, porque ellos tendrán sus nombres escritos en el Libro de la Vida Eterna
San Buenaventura

Dios reunió todas las aguas en un recipiente y lo llamó mar, y reunió todas las cualidades femeninas en una mujer y la llamó María
San Luis María Grignon de M

La salvación del mundo comenzó por medio de María, y por medio de Ella debe consumarse
San Luis María Grignon de M

Lo que Lucifer perdió con su orgullo, lo ganó María con su humildad
San Luis María Grignon de M

María es el camino más seguro, corto y perfecto para llegar a Jesucristo
San Luis María Grignon de M

A quien Dios se propone hacerlo más santo, lo hace más devoto de María
San Alfonso María de Ligorio

Ser devoto de María Santísima es señal segura de salvación
San Alfonso María de Ligorio

A todos los que piadosamente me sirven quiero asistirles como Madre piadosísima, para consolarlos y ampararlos
Palabras de la Santísima Virgen a Santa Matilde

Si quieres no ser engañado o devorado por el Demonio, tienes que acudir con fe y devoción a la Madre de Dios
Santa Catalina de Siena

La Madre del Hijo de Dios es también mi Madre
San Estanislao

Yo amo a los que me aman, honro a los que me honran y defiendo a los que invocan
Palabras de la Santísima Virgen a San Juan Bosco

Si son para Mí unos hijos cariñosos Yo seré para vosotros una Madre misericordiosa
Palabras de la Santísima Virgen a San Juan Bosco

Cuando María ruega, todo se obtiene, nada se niega
San Juan Bosco

Cuando hablamos en honor de la Virgen María es preferible extenderse que quedarse corto
Beato Duns de Escoto

María ocupa en la historia de la salvación, una posición esencial, única y definitiva
Karh Rahner

En la medida en que cada cristiano se asemeje más a María, mejor será la iglesia de Jesús
Karh Rahner

En la vida de maría por cada rosa hubo diez espinas
Cardenal John Henry Newman (Comparar con Salmo 34,19)

De María puede decirse todo, menos que es una diosa
Anónimo

Recurrir a María en todo momento de nuestra vida, no nos hace alejar de su hijo Jesús, antes por el contrario, nos acerca cada vez más a El
GARZ

Solo María Virgen bella, después de ser más santa; gozo de madre y honra de doncella
Lope de Vega

La santidad crece en la medida a al devoción que se profesa a María
P. Faber

Debemos honrar a María porque es la Madre del Nuestro Señor, pues quien no honra a la Madre, ofende sin duda al Hijo
B. Elred

No hay en el mundo, pecador alguno tan perdido y enfangado, que sea aborrecido de María
Blosio

María simboliza la perfecta armonía entre lo divino y la respuesta humana
John Maquarrie
Teólogo protestante


APUNTES SOBRE LA MADRE DE JESUS

El protoevangelio de Santiago, relata la historia de Joaquín y Ana, padres de la Virgen María. La madre de edad avanzada y estéril, obtuvo del Señor el nacimiento de su hija, a quien llevaron al Templo de Jerusalén a los tres años, en cumplimiento del voto que habían hecho

Tanto en el Talmud de Babilonia como el de Jerusalén aluden a María, la madre de Jesús, como hija de Joaquín: “Myriam bath Jehoakim”. Además se asegura que era descendiente de la familia de David por vía materna y paterna, y que el abuelo de Cristo era uno de los personajes más acaudalados e influyentes de la Jerusalén herodiana. Mientras que en otros aparte la tratan de manera insolente

El evangelio apócrifo de Pseudo Mateo narra que Joaquín perteneciente a la tribu de Judá “hacía tres partes de sus bienes, bien se tratara de las ovejas, o de los corderos, o de la lana, o de cualquier otra cosa que le pertenecía: la primera la distribuía entre las viudas, los huérfanos, los peregrinos y los pobres; la segunda era para las personas consagradas al culto de Dios; la tercera, finalmente, se la reservaba para sí y para su familia.”

La tumba tradicional del santo matrimonio de Joaquín y Ana, fue descubierta en la Ciudad de Dios, en 1889

María (o Miriam), significa en lengua siríaca “Señora”. Asimismo, el nombre de María, según muchos santos doctores quiere decir “estrella del mar”

En aquella época el nombre de Miriam (o Mariam), era llevado por una de cada tres mujeres judías

Los Padres de la Iglesia especialmente los de Oriente, han identificado el oráculo de Sofonías (3,14), con la Virgen Santísima: “! Exulta, hija de Sión; da voces jubilosas, Israel; Alégrate con todo el corazón, hija de Jerusalén!”

La palabra latina “Ave” con que el ángel Gabriel saluda a María, corresponde al vocablo griego Xaipe, que se traduce como “Alégrate”

Ya en el siglo III, como se deduce de un antiguo papiro, los cristianos de Egipto se dirigían a María con esta oración: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que de dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, o Virgen Gloriosa y Bendita”. Aquí aparece por primera vez la expresión griega “Theotókos”, que literalmente significa” la que ha engendrado a Dios”

Los cuatro dogmas (creencias de fe) marianos, aceptados por la Iglesia Católica, son:

a. La Inmaculada Concepción, “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1,28). (Papa Pío IX, 1854)
b. La Maternidad Divina, “¿Por qué se me concede esto a mí (Isabel), que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1,43). (Concilio de Efeso, 431)
c. Su Virginidad Perpetua, “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1,23). (Concilio de Letrán 649)
d. Su Asunción a los Cielos es Cuerpo Y Alma, “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Apocalipsis 12,1). (Papa Pío XII, 1950)

El día sábado en la liturgia del tiempo ordinario ha sido dedicado a Nuestra Señora, ya que una antigua tradición afirma que en ese día de la semana, nació y murió

La Madre del Señor vino al mundo muy probablemente en Jerusalén, capital de Israel. San Joaquín, era descendiente de la familia de David. Santa Ana, era de la estirpe de Aarón. María pertenecía a la tribu de Judá. Su prima Santa Isabel estaba casada con Zacarías, sacerdote del Templo de la tribu de Leví (Lucas 1,5). Otro pariente mencionado en La Biblia era su cuñada María, esposa de Cleofás, llamada comúnmente como la hermana de la Madre de Jesús (Juan 19,25)

En Jerusalén hay una iglesia edificada en el siglo V en las cercanías de la piscina probática, lugar en el cual la tradición sostenía que estaba ubicada la casa de Joaquín y Ana. Sobre sus ruinas, construyeron luego los cruzados la Basílica dedicada a Santa María, donde nació, hoy denominada de Santa Ana. Desde el mismo siglo V fue sitio de peregrinación.

María, entró en el Templo de Jerusalén para pasar los años de su infancia y de la adolescencia, dedicándose con otras niñas de su edad a la oración, el estudio de Las Escrituras y a la piedad; como ocurrió también con la profetiza Ana (Lucas 2,36-37). De hecho, habían mujeres que servían en el santuario (Éxodo 38,8; 1 Samuel 2,22).

Según revelaciones particulares recibidas por varias santas y místicas, María desde su tierna infancia había pedido al Altísimo dos cosas: consagrarse con su virginidad y ser la sierva de la Madre del Mesías

A Santa Isabel de Hungría, le fue comunicado que desde el día que María se ofreció a Dios en el Templo, no cesó de pedir por la pronta venida del Rey de Israel

La beata Ana Catalina Emmerich, describe en una visión que la Niña María era de contextura delicada, de estatura media y con una cabellera rubia y ondulada; su inteligencia era muy superior a las demás niñas judías que vivían en el Templo

El Protoevangelio de Santiago hace alusión a que la santa niña recibía alimento de las manos de un ángel

Se narra que siendo muchos los jóvenes que pretendían la mano de María incluyendo a José, los sacerdotes del Templo para decidir la elección conforme a la voluntad divina, ordenaron que cada uno de ellos dejase sobre el altar, durante la noche, una rama de árbol seca y estéril, esperando que de esta manera El Señor demostrara quien era el elegido. La única rama de lirio que apareció florida a la mañana siguiente era la de José, de la casa de David, hombre “justo” (Mateo 1,19)

María permaneció en el interior del Santuario sobre el monte Moria, hasta la edad de quince años cuando ya sus padres habían muerto, y se fue a vivir a Nazaret (Lucas 1,26-27)

El evangelio de San Lucas ha sido llamado como el “evangelio de María”, porque según el mismo autor ha investigado la vida de Jesucristo “todas las cosas desde su origen” (1,3), y la única persona que estuvo desde el principio de la vida terrenal del Santo de Dios fue su Madre


Las cinco veces en que Nuestra Señora habla en los evangelios, son:

a. “María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón” (Lucas 1,34)
b. “María dijo: He aquí la esclava del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1,38)
c. “María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; santo es su nombre.
Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.
Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia.
De la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre.” (Lucas 1,46-55)
d. “Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” (Lucas 2,48)
e. “Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino” (Juan 2,3)

Una de las primeras herejías contra la virginidad perpetua de María, la escribió el filósofo pagano Celsio en el año 180 D.C. en su obra “Doctrina Verdadera”, inspirado en fuentes judías y cuyo texto, escrito en latín, no se ha conservado. En él afirmar que “Jesús había nacido de una pobre campesina que se ganaba la vida hilando. La había expulsado su marido carpintero cuando fue condenada por adulterio con un soldado romano reclutado en Germania, llamado Ben Pantera. De ahí que algunos lo conocieran como hijo de Pantera”. Supone que por esta razón, huyó a Egipto donde adquirió conocimientos de magia que le fueron muy útiles a su regreso a Judea cuando ya se presentó a sí mismo como Dios

Los primeros cristianos al referirse a María la llamaban con el término griego “Aeí-Parthenos”, es decir, “Siempre Virgen”

San Epifanio (siglo V), enseñó contra la secta de los coliridianos, que tributaban culto idolátrico a la Madre de Jesús

El cuarto mandamiento de la ley de Dios exige: “Honrar a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20,12). La palabra “honrar” en hebreo también significa “glorificar”. Por lo tanto, Jesús glorificó a María

En Nazaret se encuentran dos basílicas marianas:

La iglesia griega de San Gabriel, que se levantó en el lugar donde María recibió el anuncio del cielo (Lucas 1,28). Esta pequeña gruta hacía parte de un lugar imprescindible en las casa de los hebreos: allí se retiraban a hacer oración. En el santuario existen dos columnas, dedicadas a la Virgen y al arcángel San Gabriel. La primera fue derribada por los musulmanes en busca de tesoros ocultos. Fue reconstruida por los frailes franciscanos

La iglesia de la Anunciación, se encuentra no lejos de la primera. Morada donde vivió la Madre del Señor antes de los esponsales. Es una gruta natural situada en una colina, que los apóstoles en el año 44 consagraron como templo y San Pedro celebró con la bendición del pan. Una nueva basílica fue construida en 1969, sobre la iglesia que levantaron en 1739 los franciscanos, en el mismo sitio del templo dejado por los cruzados.

Los padres franciscanos al construir la actual basílica, encontraron grafitos del siglo II que dicen: “Charia María” (alabada sea María). En las Excavaciones realizadas también se halló un mosaico judeo-cristiano anterior al año 427, de una piscina bautismal cristiana

La Anunciación fue descrita por Ana Catalina Emmerich, quien vio a la virgen con un amplio vestido de lana y un velo coralino en la cabeza. María se encontraba arrodillada en profunda oración

En la ciudad de Ain- Karen cerca de Jerusalén, se levanta la iglesia de “la Visitación” de María a su prima Isabel, allí también se ve una fuente de agua milagrosa, que según una antigua tradición brotó en el momento del encuentro de las dos santas mujeres (Lucas 1,39-40)

En noviembre de 1997, un grupo de arqueólogos israelíes que excavaban en la Katisma (El asiento, en griego), la mayor iglesia bizantina erigida en Palestina hacia el siglo V, descubrieron la roca en la que según la tradición cristiana descansó la Virgen María antes del nacimiento del Emmanuel. El templo como un monasterio vecino fueron edificados con las donaciones de una viuda, y se hallaba en medio del camino entre las antiguas rutas judías que conducían de Jerusalén a Belén y Hebrón de Cisjordania. Su forma octogonal inspiró al califa Abed el Melek en el siglo VII para construir en la Ciudad Santa la Mezquita de Omar o “Domo de la Roca”, por Omar el “príncipe de los creyentes islámicos”

En la basílica de la Natividad en Belén, se localiza una estrella de plata que indica el lugar donde nació Cristo Jesús (Lucas 2,7)

A Teresa Neumann y Ana Catalina Emmerich, les fue revelado que tanto la concepción, el embarazo y el parto de la Virgen María ocurrieron sin dolor, por estar exenta del pecado original

En la catacumba de Priscila en Roma, hay una pintura que representa a la Virgen María y al Niño en compañía del profeta Balaam. Es considerada la referencia más antigua de la devoción de la Iglesia Católica a Nuestra Señora

En Belén se puede visitar la llamada “Gruta de la Leche”, donde según una piadosa leyenda la Virgen Santísima mientras amamantaba al Niño dejó caer una gotas de su leche, al instante las rocas se tornaron blancas y blandas. Desde entonces este lugar es objeto de veneración por los cristianos y musulmanes, sobre todo por las mujeres estériles o lactantes que le piden a la Madre de Jesús por estos dos favores

Santa Gertrudis una vez leyendo en La Escrituras que dice que Jesús es el “hijo primogénito” (Lucas 2,7), no alcanzaba a entender como es posible que si María no tuvo más hijo se utilizara este término. El Señor le reveló que “Jesucristo había sido primogénito según la carne, y los demás seres humanos según el espíritu” (Juan 1,12-13; Romanos 8,17; Efesio 1,5)


Los siete dolores, llamados también siete eventos de su vida o las siete espadas que le atraviesan su inmaculado corazón, son:

a. La profecía de Simeón en el Templo de Dios (Lucas 2,34-35)
b. La huida de la Sagrada Familia a Egipto (Mateo 2,13)
c. La pérdida del joven Jesús durante tres días en el Santuario de Jerusalén (Lucas 2,46)
d. El camino de Cristo al Calvario (Juan 19,17)
e. La crucifixión de su amado Hijo (Juan 19,18)
f. La bajada de la cruz (Lucas 23, 50-53)
g. La sepultura del Señor (Mateo 27,59-60)

Relatan los evangelios apócrifos que durante el viaje al destierro de la Sagrada Familia, las palmeras se inclinaban para darles sombra y dejaban caer sus frutos, aparecían manantiales de agua, las flores abrían sus pétalos a su paso, y los leones iban a postrarse a los pies del Divino Niño

Cerca del Cairo, donde José, María y el Niño permanecieron durante el exilio, se conserva un sicómoro llamado el “árbol de la Virgen”. Cuenta la tradición que la Sagrada Familia se refugiaba bajo su sombra del candente sol. Este árbol ha sido objeto de veneración no-solo por las mujeres cristianas sino también por las mahometanas, que dejan atados al sicómoro pañuelos y cintas como gratitud de algún favor recibido de la Madre del profeta Jesús. En tanto que todas las fuentes de agua de la comarca son salobres, cerca del “árbol de la Virgen” brota un manantial de agua dulce que era utilizado por María

A dos kilómetros de Nazaret existe una capilla construida por los franciscanos de nombre “Santa María del Temblor”, que indica el lugar donde estaba la Madre del Señor, cuando los judíos lo intentaron tirar por un precipicio (Lucas 4,29)

La sierva de Dios María de Agreda, en una visión vio a Jesús en Betania en la casa de Lázaro junto a su Madre pidiéndole su bendición y consentimiento para afrontar su pasión; ambos se arrodillaron bendiciéndose mutuamente, antes de que el Señor partiera a Jerusalén para celebrar con los apóstoles la última cena


Por un prodigio de la gracia divina confirmado por varios místicos, dicen que Ella asistió espiritualmente a la agonía de su Hijo en el huerto de los Olivos, también es espíritu lo vio prisionero en manos de sus enemigos y abandonado por los apóstoles. En su corazón sintió el mismo dolor de los azotes, las burlas, la coronación de espinas, el vía crucis y la agonía de Jesucristo en la cruz

El padre Silverio explica que en el evangelio cuando Cristo estaba en la cruz no llama a Juan por su nombre, sino que le dice “hijo”; para dar a entender que el Salvador la dio por Madre a todos los que por la profesión de cristianos son discípulos suyos (Juan 19,26-27)

El cenáculo y el monte Calvario, tenían para la Madre de Jesús una especial importancia hacia el final de su vida terrenal

Cuenta San Dionisio Areopagita (Hechos 17,34), testigo ocular de la vida de la Virgen, que en sus últimos años era de una belleza incomparable

Según la tradición antigua, autorizada por los patriarcas de Jerusalén, San Juan Damasceno, Nicéforo y otros Padres de la Iglesia; la muerte de María no fue una muerte con dolor sino de amor de volver a ver a su amado Hijo. Esto ocurrió al parecer unos catorce años después de la ascensión del Señor a los cielos. Cuando los apóstoles la sepultaron cerca del Cenáculo no se encontraba Tomás, quien llegó tres días más tarde, al destapar nuevamente el sepulcro solo encontraron los paños con que había sido envuelto su cuerpo.

La visionaria estigmatizada Teresa Neumann, agrega que el Tránsito de María ocurrió “un día sábado, en la mañana muy temprano, y la sepultaron avanzada la tarde”

Afirma San Pedro Damián que una mujer difunta llamada Marozia, se apareció a una amiga suya, y le confesó que el día de la Asunción de la Virgen la sacó del purgatorio con todas las demás almas, cuyo número superaba al de todos los habitantes del pueblo romano. Igualmente, San Dionisio Cartujo dice que en la fiesta de su Natividad y de la Resurrección del Señor, baja la Madre de Dios acompañada de la celestial milicia, y saca muchas almas para llevarlas al cielo


San Juan Damasceno relata en una carta que Santa Pulcheria Augusta, emperatriz de Bizancio, a comienzos del siglo V, mandó a pedir al patriarca de Jerusalén, San Cirilo, el sudario con que fue envuelto el cuerpo de la Santísima Virgen para construirle una basílica

En este siglo se empieza a llamar a María con el título de “Reina”. El mismo San Juan Damasceno la llamaba “Soberana”

Martín Lutero, el fundador del protestantismo, hizo un hermosísimo elogio a María como Madre de Dios:

“Por lo cual (el ser Madre de Dios), le fueron dados tan ingentes bienes y tan espléndidos que superan toda comprensión; de aquí dimana todo honor y felicidad de que en todo el género humano sea la única persona superior a todos, a quien nadie puede igualarse, por tener en común con el Padre celestial un Hijo tan glorioso. Llamándola, pues, Madre de Dios se compendian en esta sola expresión todos los loores, ya que nadie puede decir de ella o a ella anunciarle cosa más grande, aunque tuviera tantas lenguas como hierbas y flores la tierra, arenas el mar, estrellas el firmamento”



LA VIRGINIDAD DE MARIA A LA LUZ DE LA BIBLIA

“La dignidad de la virginidad, comenzó con la Madre del Señor”

San Agustín.


I. LA PROFECIA

Un hecho en común entre la Iglesia Católica y las demás confesiones cristianas, es en afirmar según la revelación sagrada que la madre del Hijo de Dios, sería una “doncella virgen” (Isaías 7,14; Mateo 1,22-23).


II. EL NOVIAZGO Y EL MATRIMONIO EN LA CULTURA JUDIA

El noviazgo en hebreo se llama “Kiddushim”, era el compromiso previo antes del matrimonio, este era hecho por un juramento de los contrayentes ante dos testigos, acompañados de parientes y amigos; el novio ofrecía al padre de la novia o al tutor, si ésta era huérfana, un anillo u otro regalo para la novia, en señal de gratitud y predilección. Dicho compromiso era considerado como matrimonio legal. Los novios tenían plazo de un año para empezar a vivir juntos, la futura esposa conservaba hasta el día de la boda el calificativo de virgen. Si durante el transcurso del noviazgo nacía un hijo, era considerado legítimo.

Los novios se veían muy poco y se comunicaban por medio de un amigo del futuro esposo. En el tiempo señalado para la boda, el esposo, hacia el atardecer, debía ir acompañado de diez jóvenes a casa de la esposa y ella lo esperaba rodeada de diez vírgenes; apenas lo veía de lejos encendía las lámparas, se formaba un cortejo con el sonido de flautas y tambores hasta la casa del esposo, donde se hacía la gran fiesta nupcial. Con esta ceremonia, el matrimonio era constituido válido bajo la ley mosaica. Para esta celebración también participaban los familiares, parientes y amigos de la pareja.


III. EL MATRIMONIO CON JOSE

En los designios del Altísimo era necesario que la madre del Salvador, tuviera un apoyo moral, económico y de protección en la crianza de su hijo. Este matrimonio sería completamente consagrado al servicio divino, así lo podemos anotar en los siguientes pasajes bíblicos:

Cuando el ángel San Gabriel le comunica a María que ella sería la madre del Emmanuel (Dios con nosotros), deja en claro su condición virginal (Lucas 1,34).

Cuando María se encontraba embarazada, José, su futuro marido como hombre justo o santo, y a pesar de desconocer todavía que lo concebido en ella era fruto del Espíritu Santo; no quiso denunciarla públicamente por infidelidad a las autoridades religiosas, como mandaba la ley judaica (Deuteronomio 22,13-21; Matea 1,19; Juan 8,3-5).

Los protestantes creen que José y María tuvieron relaciones maritales, ya que el evangelio de San Mateo (1,25); nos dice que “no vivieron como esposos hasta que ella dio a luz a su hijo”. Sin embargo, a lo que se refiere el evangelista es que el santo matrimonio compartió formalmente el mismo hogar, pues Antes cuando estaban comprometidos no vivían juntos (Mateo 1,18). Igual opinión tiene san Lucas, ya que en el viaje del santo matrimonio de Nazaret a Belén para el censo, nos dice: “Fue allá a inscribirse, junto con María, que estaba comprometida para casarse con él y se encontraba encinta” (2,5).


IV. JESUS: HIJO PRIMOGENITO

Causa confusión en los hermanos separados cuando el evangelio de San Lucas, se menciona que “en Belén, le llegó a María, el tiempo de dar a luz. Y allí nació su primer hijo” (2,6-7); dando a entender que debió de haber tenido más hijos. No obstante, en el contexto bíblico el término “primogénito”, hace alusión que el primer hijo de un matrimonio judío quedaba consagrado a Dios (Éxodo 13,1-2.12; 34,19); y exigía la presentación del niño Jesús en el templo de Jerusalén (Lucas 2,22-23). Pero El era ya el “Primogénito de Dios” (Hebreos 1,6). Asimismo, las Sagradas Escrituras agregan que los “primogénitos” pueden ser “unigénitos” (1 Crónicas 23,17); de hecho, Cristo Jesús también es el “Unigénito de Dios” (Juan 3,16; 1,14).


V. LA INFANCIA DE JESUS:

Los dos únicos relatos que encontramos en el Nuevo Testamento de la infancia de Jesús, no nombran hermanos menores, así por ejemplo:

En el destierro de la sagrada familia a Egipto y después de la muerte del rey Herodes, un ángel se le aparece en sueños a José ordenándole que regrese a Israel con María y el niño (Mateo 2,19-20). Ahora bien, se sabe con certeza que el Mesías nació en el año 747 de la fundación del imperio romano, siete años antes de nuestra era actual; y el rey Herodes el grande murió en la primavera del año 750, es decir, en el año 4 A.C. Por consiguiente, pasaron de tres a cuatro años; Tiempo más que suficiente para que José y María hayan decidido tener alguno de los “cuatro hermanos” y otras “hermanas” del Señor (Mateo 13,55).

El evangelio de San Lucas (2,41-42), narra que “Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos”. Nótese Bien, que se dicen “todos ellos”, ¿Quiénes?, “Los padres de Jesús” y el mismo “Jesús”. Igualmente, la misma respuesta se saca cuando María después de tres días encuentra a su hijo perdido en el templo entre los doctores de la ley: “- Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia” (Lucas 2,48).


VI. EL TERMINO HERMANO EN LA BIBLIA

En el Antiguo Testamento que fue escrito en hebreo y arameo, no hay un vocablo para nombrar a los tíos, sobrinos, primos, cuñados o amigos; y es así como la palabra hebrea “aj” designa muchas veces al pariente más cercano de una misma familia. Del mismo modo, los traductores griegos del Nuevo Testamento traducen el término semítico de “hermanos” (adélfos), en un sentido generalizado. Sobre este punto encontramos el caso de tíos y sobrinos como Abraham y Lot (Génesis 13,8; 14,16); Labán con Jacob (Génesis 29,13.15). Al igual que a los primos (1 Crónicas 23,21-22); a los que pertenecen a una misma nación (Génesis 16,12; Deuteronomio 2,4); a los miembros de una misma tribu (2 Reyes 19,12) o pueblo (Éxodo 2,11); a los que conforman la misma naturaleza humana (Mateo 5,22; Romanos 9,3; Hebreos 2,11); y a los que tienen un mismo Padre Celestial (Hechos 10,23; Romanos 8,17; Colosenses 1,2; 1 Juan 3,9-10).


VII. LOS HERMANOS DE JESUS:

Solamente aparecen en la vida pública del Señor, y son llamados con nombres propios: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también Aquí, entre nosotros? (Marcos 6,3). Ahora bien, para tener una mejor comprensión sobre este tema es necesario estudiarlo detenidamente:

En ningún relato bíblico se afirma que los llamados “hermanos” y “hermanas” del Señor, sean hijos de María. Tampoco se vuelve hacer mención en ningún otro pasaje del Nuevo Testamento, de las supuestas “hermanas” de Jesús.

En las bodas de Caná, se nombra a María como “la madre de Jesús” (Juan 2,1.3); y no “la madre de Jesús, Santiago, José, Judas, Simón y otras hermanas”, incluso, a la fiesta sólo fueron invitada a parte de María a ”Jesús y sus discípulos” (2) y no a sus “hermanos”, quienes aparecen después en el viaje a Capernaum (12); lo que da a entender que los “discípulos” en ese momento, son más importantes en la vida de Cristo, que los llamados “hermanos” suyos.

En la sinagoga de Nazaret, la gente solo reconoce al Mesías como “el hijo de José” (Lucas 4,22); y no “uno de los hijos de José”. Del mismo modo, los judíos de la sinagoga de Capernaum identifican al Divino Maestro como el único hijo de José y de María (Juan 6,42).

De estos cuatro hermanos, se sabe que “Santiago” el menor y “Judas” Tadeo pertenecían al grupo de los doce amigos del Señor. Sin embargo, se explica que “Santiago” era hijo de Alfeo (Mateo 10,3; Marcos 3,18) y “Judas” como hijo de Santiago (Lucas 6,16; Hechos 1,13).

En la introducción de la carta de Judas Tadeo (1,1), leemos: “Yo Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago”, haciendo una diferencia entre el uno y el otro (Véase también Juan 14,22). Además, en la epístola de Santiago (1,1) llamado como hermano del Señor, también se declara solamente como “Siervo de Dios y del Señor Jesucristo”.

En otro encuentro con su madre y sus hermanos, el Redentor nos exhorta a creer que “los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, ésos son mi madre y mis hermanos” (Lucas 8,21); hablando de una familia en un sentido “espiritual” y no de “sangre”. Porque “a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado” (Juan 1,12-13). Y es por eso, que su Hijo es “el mayor entre muchos hermanos” (Romanos 8,29).

En la pasión del Santo de Dios en el monte Gólgota, se habla de un grupo de mujeres conformadas por “María” la madre de Jesús, “y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofas” (Juan 19,25), en compañía de otra “María la madre de Santiago el menor y de José” Con “Salomé” (Marcos 15,40). También se encontraba “María Magdalena” y “La madre de los hijos de Zebedeo” (Santiago el mayor y Juan) (Mateo 27,56).

Cristo utiliza el término “hermano” para dirigirse a los apóstoles, en la aparición a María Magdalena y a la otra María, el domingo de resurrección (Mateo 28,10; Juan 20,17), y en el día del juicio final (Mateo 25,40). Incluso, San Pablo agrega que el Señor también se apareció “a más de quinientos hermanos” (1 Corintios 15,6; comparar con Mateo 23,8).

Después de la ascensión del Señor a los cielos, el libro de los Hechos dice que los apóstoles se reunían en el aposento alto “con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (1,13-14). No obstante, en el verso siguiente San Lucas aclara: “En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número)”. (15).

En octubre de 2002, se dio a conocer el hallazgo de un osario judío, utilizado en los rituales funerarios de Jerusalén, del año 63 D.C., con una escritura en arameo que dice: “Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús”. Para muchos fundamentalistas protestantes, esta era la prueba que demostraba que la virginidad de María era un mito. Ahora bien, tal descubrimiento plantea varios interrogantes:

Su autenticidad ha despertado varias dudas en muchos arqueólogos y paleógrafos.

Sí se llegara a demostrar que este “osario de caliza” corresponde a Jacobo (Santiago), esto sólo probaría su parentesco con Jesús De Nazaret. Pero ya se explicó el significado del término “hermano” en la lengua aramea antigua.

La Iglesia Ortodoxa piensa que Jacobo, pudo haber sido un hijo anterior a José. Sin embargo, este argumento carece de respaldo bíblico.

La inscripción no menciona a María como madre de Jacobo.



CONTINUACION

GUIDO ROJAS
LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS.

Correo Electrónico: collie@uniweb.net.co
PALMIRA – VALLE DEL CAUCA
COLOMBIA -SUDAMERICA.

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Et Maria Mater ejus. Amen