LEGALISMO / CLERICALISMO / RIGIDEZ

LEY, Papa Francisco.  Fuente
Nacido bajo la ley” (Gal 4, 4). Con esta expresión subraya que Cristo ha asumido la condición humana liberándola de la cerrada mentalidad legalista, insoportable. En efecto, la ley, privada de la gracia, se vuelve un yugo insoportable, y en lugar de hacernos bien, nos hace mal. Pero Jesús decía: “el sábado ha sido hecho para el hombre, no el hombre para el sábado”. He aquí entonces la finalidad por la que Dios envía a su Hijo a la tierra a hacerse hombre: una finalidad de liberación, es más, de regeneración. De liberación “para rescatar a aquellos que estaban bajo la ley” (v. 5); y el rescate se produjo con la muerte de Cristo en la cruz. Pero sobre todo de regeneración: “Para que recibiéramos la adopción de hijos” (v. 5). Incorporados en Él, los hombres llegan a ser realmente hijos de Dios. Este pasaje estupendo se produce en nosotros con el Bautismo, que nos injerta como miembros vivos en Cristo y nos inserta en su Iglesia.


Antrincherarse detrás de la ley: inseguridad. Papa Francisco fuente
También está el que se atrinchera detrás de la ley, aferrándose a la "letra" de lo que establecen los mandamientos. Aquí lo que endurece el corazón es un problema de "inseguridad". Y el que busca solidez en el texto de la ley está seguro como "un hombre o una mujer en una celda de la prisión tras las rejas: es una seguridad sin libertad". Es decir, todo lo contrario de lo "que Jesús ha venido a traernos", la libertad:

"El corazón, cuando se endurece, no es libre y si no es libre es porque no ama: así terminaba el apóstol Juan en la primera lectura. El perfecto amor echa fuera el temor: en el amor no hay temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no es perfecto en el amor. No es libre. Siempre tiene el temor de que suceda algo doloroso, triste, que me haga ir mal en la vida o arriesgar la salvación eterna... Pero tantas imaginaciones, porque no ama. Quien no ama no es libre. Y sus corazones se endurecieron, porque todavía no habían aprendido a amar".
Entonces, ¿quién nos enseña a amar? ¿Quién nos libera de esta dureza? Sólo el Espíritu Santo".

Dios no Es una Ecuación. Papa Francisco, 20 Mayo, 2016 fuente
Estas personas (fariseos y doctores de la ley) «estaban separadas del pueblo Dios: eran un pequeño grupo de teólogos iluminados que creían tener toda la ciencia y la sabiduría». Pero «a fuerza de cocinar su teología, habían caído en la casuística y no podían salir de esa trampa». Y, así, repetían continuamente: «¡No se puede, no se puede!»

Gracia es un Don y no una Mercancía, Papa Francisco, 12,2014


MISERICORDIA, COMPRENDER, ACOMPAÑAR

La Iglesia, ¿Madre o empresaria?
Papa Francisco, 19 Dic 2014, Texto completo  www.news.va 

Tanto la esposa de Manoach, madre de Sansón, como Isabel, serán madres gracias a la acción del Espíritu del Señor. ¿Qué mensaje nos dejan estas lecturas. “Abrámonos al Espíritu de Dios. Nosotros, solos, no somos capaces. Es Él quien puede hacer las cosas”.

“También esto me hace pensar en nuestra madre Iglesia; también en tantas esterilidades que tiene nuestra madre Iglesia: cuando, por el peso de la esperanza en los mandamientos, aquel pelagianismo que todos nosotros llevamos en los huesos, se vuelve estéril. Se cree capaz de dar a luz… no, ¡no puede! La Iglesia es madre, y se hace madre sólo cuando se abre a la novedad de Dios, a la fuerza del Espíritu. Cuando se dice a sí misma: ‘Yo hago todo, pero, he terminado, ¡no puedo avanzar más!’, viene el Espíritu”.

“Y también hoy es un día para rezar por nuestra madre Iglesia, por tantas esterilidades en el pueblo de Dios. Esterilidad de egoísmos, de poder… cuando la Iglesia cree que puede todo, que se adueña de las conciencias de la gente, de ir por el camino de los Fariseos, de los Saduceos, por el camino de la hipocresía, eh, la Iglesia es estéril. Rezar. Que nuestra Iglesia abierta al don de Dios lo haga en esta Navidad, que se deje sorprender por el Espíritu Santo y que sea una Iglesia que haga hijos, una Iglesia madre. Madre. Tantas veces yo pienso que la Iglesia en algunos lugares, más que madre es una empresaria.


Verdad y Comprension. Acompañar al Pecador Fuente
Jesús, «al recordar a Moisés, nos dice que está la dureza del corazón, está el pecado». Pero «algo se puede hacer: el perdón, la comprensión, el acompañamiento, la integración, el discernimiento de estos casos». Con la consciencia de que «la verdad nunca se vende, nunca». Jesús «es capaz de decir esta verdad tan grande y, al mismo tiempo, ser tan comprensivo con los pecadores, con los débiles». En cambio, «este pequeño grupo de teólogos iluminados, que caen en la casuística, son incapaces tanto de horizontes grandes como de amor y comprensión respecto a la debilidad humana».

«Nosotros debemos caminar con estas dos cosas que Jesús nos enseña: la verdad y la comprensión», sugirió Francisco. Y «esto no se resuelve como una ecuación matemática», sino «con la propia carne: es decir, yo cristiano ayudo a esa persona, a aquellos matrimonios que atraviesan una dificultad, que están heridos, en el camino de acercamiento a Dios». Permanece el hecho que «la verdad es aquella, pero esta es otra verdad: todos somos pecadores, en camino». Y «siempre está este trabajo por hacer: cómo ayudar, cómo acompañar, pero también cómo enseñar a aquellos que se quieren casar cuál es la verdad sobre el matrimonio».

Es «curioso» destacar que Jesús «al hablar de la verdad dice las palabras claras: pero con cuanta delicadeza trata a los adúlteros». Y, así, «a aquella mujer, que llevaron ante él para ser lapidada, con cuanta delicadeza» dice: «Mujer, nadie te ha condenado, tampoco yo, ve en paz y no peques más». Y «con cuanta delicadeza Jesús trata a la samaritana, que tenía una buena historia de adulterios», diciéndole: «llama a tu marido», y deja que sea ella quien diga: «no tengo marido».

«que Jesús nos enseñe a tener con el corazón una gran adhesión a la verdad y también con el corazón una gran comprensión y acompañamiento a todos nuestros hermanos que atraviesan momentos de dificultad». Y «esto es un don: lo enseña el Espíritu Santo, no estos doctores iluminados que para enseñarnos necesitan reducir la plenitud de Dios a una ecuación casuística».

Escuchar, 11 Junio, 2016 Fuente
A muchos sacerdotes les falta más “apostolado de la oreja”, es decir, “escuchar”. Aunque el sacerdote diga que “es aburrido porque son siempre las mismas historias, las mismas cosas”, “no son las mismas personas.” “El Señor está en el corazón de cada uno”. Por eso, “tienes que tener la paciencia de escuchar a todos”.

 

Love Crucified Logo